La mitad de las enfermeras ha sufrido acoso sexual o por razón de sexo en su puesto de trabajo, el 22 % ha padecido contacto físico no consentido y el 27%, la invasión deliberada y no deseada de su espacio personal, según el sindicato de enfermería SATSE.
Más de 7.300 enfermeras y fisioterapeutas de todo el país han participado en una macroencuesta de Satse que ofrece "datos muy preocupantes" sobre situaciones de acoso sexual y acoso por razón de sexo en el trabajo, que en la mayoría de casos se silencian o invisibilizan, ya que sólo se denuncian el 15%.
Los resultados de la macroencuesta, hechos públicos este martes, indican que el 48,5% de las profesionales sufren situaciones de acoso sexual y por razón de sexo y que el 22% padece contacto físico no deseado ni solicitado.
El 27,6% ha sufrido la invasión deliberada y no consentida de su espacio personal y el 27,2% se ha sentido menospreciada o han sido objeto de condescendencia.
Una de cada dos ha recibido comentarios sexistas, el 27% ha recibido miadas inapropiadas de carácter sexual, el 37% ha sido tratada de forma diferente por ser mujer y al 31 le han contado historias o les han hecho bromas sexuales ofensivas. Un 11% ha tenido proposiciones no deseadas de tener una cita o actividad sexual.
Ante esta realidad, el 84,8% de las profesionales no ha comunicado al centro ni denunciado estas violencias, siendo las causas principales el desconocimiento del procedimiento y los derechos existentes y la falta de confianza en la eficacia del procedimiento. Por tanto, el grado de impunidad es elevadísimo.
El 63,5% de encuestadas desconoce si existe un protocolo de actuación frente al acoso sexual y por razón de sexo al que acogerse.
Cuatro de cada diez enfermeras asegura haber sufrido estas situaciones violentas entre dos y cinco veces y una de cada cuatro, más de diez veces a lo largo de su trayectoria profesional.
La presidenta de Satse, Laura Villaseñor, ha lamentado que se trata de conductas a menudo normalizadas y silenciadas que muestran una desigualdad estructural y un ejercicio de poder de género.
Por ello, el sindicato pide reforzar la concienciación de profesionales, administraciones públicas, empresas y sociedad con el objetivo de acabar con la violencia en el trabajo mediante el impulso de condiciones laborales que prevengan el acoso sexual y por razón de sexo.