La clave contra la leucemia mieloide aguda podría estar en los antihistamínicos

  • Investigadores de la Fundación Josep Carreras han descubierto la forma de matar células madre leucémicas
La clave contra la leucemia mieloide aguda podría estar en los antihistamínicos
La clave contra la leucemia mieloide aguda podría estar en los antihistamínicos

La clave para luchar contra la leucemia mieloide aguda, la más agresiva entre los adultos, podría estar en un grupo específico de antihistamínicos. Es la conclusión de una esperanzadora investigación de científicos de la Fundación Josep Carreras.

El primer gran paso está dado: conseguir aislar y atacar a las células madre leucémicas. Y este gran paso lo ha dado un equipo de investigadores españoles, que trabaja en la Fundación Josep Carreras y liderado por la doctora Ruth M. Risueño. Su trabajo contra la leucemia ha sido publicado en la prestigiosa revista EBioMedicine.

Investigadores de la Fundación Josep Carreras en un estudio contra la leucemia  liderado por la doctora Ruth Risueño

La LMA es una de las leucemias con peor pronóstico

La leucemia más común entre adultos, la leucemia mieloide aguda, es especialmente resistente a la quimioterapia. La culpa de esto la tienen las células madre leucémicas, capaces de hacerse fuertes ante los ataques externos e incluso de reaparecer una vez que la leucemia parece extinguida.

Por lo tanto, la clave para ganarle la batalla a esta agresiva leucemia está precisamente en conseguir acabar con todas estas células madre cancerígenas o bien diferenciarlas para hacerlas más vulnerables a la quimioterapia. Si se diferencian estas células, pierden la capacidad de mantener la enfermedad.

La leucemia mieloide aguda es la más común entre los adultos y representa el 40% de todas las leucemias

El equipo de doctores que investigan las células madre leucémicas en la Fundación Josep Carreras contra la leucemia, han dado un paso gigantesco: han logrado diferenciar y acabar con células madre leucémicas usando un grupo específico de antihistamínicos. Primero lo probaron en laboratorio y luego en ratones. Y en ambos casos ha funcionado. Y lo mejor de todo: esto no afecta a las células sanas.

Sin embargo, falta un segundo tramo en este camino: conseguir un fármaco a partir de este grupo de antihistamínicos capaces de no degradarse y de llegar hasta las células madre leucémicas. Falta, por tanto, el vehículo par suministrar este tratamiento.