La Guardia Civil se incautó el pasado año de 325.874 plantas de marihuana en las 1.787 plantaciones que logró desmantelar, la gran mayoría de interior, hechos por los que investigó o detuvo a 2.045 personas procedentes principalmente de España, Marruecos, Reino Unido, Colombia y China.
En lo que va de año, ya son 159.184 las plantas que ha requisado y 570 los arrestados o investigados, según ha informado la Guardia Civil en una nota de prensa en la que constata el aumento de este tipo de intervenciones, realizadas en el marco de la Operación Miller, y la mayor proliferación de plantaciones de interior ("indoor"), que ha pasado de un 62 % a un 78 %.
Así, de las desarticuladas en 2016, 340 eran plantaciones al aire libre, en las que se incautaron de 69.534 plantas, y el resto (1.448) eran cultivos en el interior de estancias acondicionadas, en las que decomisaron 256.340.
Según el informe del Observatorio Europeo contra las drogas y las drogodependencias (EMCDDA) de 2016, el cannabis es la droga más consumida en la UE, donde se calcula que hay 22 millones de consumidores anuales y el valor de la sustancia asciende a 9.000 millones de euros por año.
Pese a que la droga que más se trafica y consume en España es el hachís, sobre todo del norte de África, existe una tendencia al alza de plantaciones de marihuana en el territorio nacional, lo que ha motivado el despliegue de esta operación por tercer año consecutivo, que tuvo su pico en el periodo final de recolección entre el 1 y el 30 de diciembre.
Al cultivo de interior (macetas de domicilios particulares, garajes...) y de exterior (terrazas, pequeños jardines y parcelas) para consumo propio o para el pequeño tráfico se unen las grandes plantaciones dedicadas al tráfico internacional impulsadas por organizaciones vinculadas al crimen organizado trasnacional, especialmente de la UE.
Desarrolladas tanto en el campo como en naves industriales o invernaderos, en ellas se emplean técnicas de selección genética y de cultivo intensivo mediante condiciones artificiales de calor y humedad que permiten hasta cinco cosechas al año.
Por ello necesitan un elevado consumo de energía, de ahí que estos grupos se conecten de manera ilegal a la red eléctrica, lo que provoca además problemas de caídas en el suministro.
El instituto armado también ha detectado en los últimos meses un nuevo "modus operandi" que las vincula con la trata de seres humanos: personas de origen asiático, principalmente chino y vietnamita, son empleadas en situaciones de semiesclavitud.