El último parte de tráfico de Jesús Matsuki: la voz de los atascos madrileños dice adiós a la radio

  • Se despide después de 20.000 conexiones desde el gabinete de tráfico del Ayuntamiento: "Eres la banda sonora rutinaria de mucha gente"
  • El periodista está preparando una nueva ficción sonora que espera tener lista el año que viene

"Pantallas, Jesús Matsuki", dice un madrugador locutor de radio madrileña, y una legión de oyentes, muchos al volante, afinan sus oídos. Lo que viene a continuación les puede salvar de meterse en un cuello de botella que les impida llegar puntuales a sus puestos de trabajo.

Esta misma liturgia se ha venido repitiendo de forma casi diaria durante los últimos 18 años, en los que Matsuki (Madrid, 1980), desde el gabinete de información de tráfico del Ayuntamiento, ha entrado religiosamente en todas las emisoras para contarles a los habitantes de la capital qué se van a encontrar en sus carreteras.

Ahora que ha llegado al final de un viaje profesional, en el que también ha tenido días de atascos y accidentes, el periodista repasa los entresijos de un oficio que le ha permitido que su voz quede grabada en la memoria de los oyentes madrileños.

"Me pidieron, a parte del currículum, que enviara una cinta de casete contando el tráfico"

Tras unos años trabajando en diferentes radios, empresas varias y organizaciones no gubernamentales, Matsuki recuerda el momento en que, en 2006, se postuló a una plaza de comunicación en el Consistorio.

"Me pidieron, a parte del currículum, que enviara una cinta de casete contando el tráfico, pero de una manera más amena", rememora.

Obtuvo el puesto y se puso frente a las famosas pantallas, que en realidad son solo unos ordenadores con conexión a unas 350 cámaras de tráfico.

Logró superar unos primeros días "muy duros", adaptándose al caos y a entrar en decenas de emisoras -de las más generalistas a las más locales, pasando por algunas de música latina-, y ha llegado al final de camino habiendo firmado más de 20.000 conexiones.

Entretanto, este madrileño de padre japonés se ha aprendido de memoria buena parte del callejero de su ciudad, ha creado un estilo propio que combina el espíritu de servicio público con un toque de humor y ha desarrollando lo que él denomina "la sociología del tráfico".

"Es más divertido cuantos más problemas hay"

"En el tráfico influyen un millón de cosas, la vida misma de los ciudadanos: si hay previsión de lluvia o si llueve, si es festivo, si hay colegios, si hay fútbol... Esa es la parte más divertida del trabajo. El primer año la sufres y después la disfrutas", subraya.

Teniendo en cuenta todos estos factores y alguno más, asegura, se puede prever cómo se va a comportar el tráfico y tratar de intuir cuáles serán las carreteras más caóticas a lo largo del día.

"A fin de cuentas es un trabajo periodístico, necesitas tener curiosidad para querer entender no solo qué está pasando, si no también el por qué", esgrime.

A más caos, más diversión

Matsuki se ha pasado muchas horas en las ondas narrando atascos, accidentes y obras. Y aunque advierte de que lo que va a decir "suena mal", confiesa que el monitoreo de las carreteras "es más divertido cuantos más problemas hay".

Al contrario que los conductores a los que ha tratado de informar, guarda más cariño al caos que se genera en el entorno de la estación de Atocha o de las plazas de Cibeles y del Doctor Marañón, que a las desiertas carreteras del verano.

Conocerse al dedillo la ciudad y sus zonas críticas le ha ganado la fama de GPS entre sus amigos y familiares, quienes le piden consejo antes de ponerse al volante, pero no es infalible: ni se puede adentrar en la mente del resto de conductores ni es el encargado de ordenar el tráfico, apostilla.

"Alguna vez me he metido en un atasco y recibo miradas de odio de mi familia, como si me dijesen: '¿pero tú no eras el del tráfico?'", comenta entre risas.

El tráfico hecho ficción

Durante estas casi dos décadas, Matsuki no ha sido solo el hombre tras las cámaras del tráfico. Enfrascado en un trabajo que en ocasiones se convertía en rutinario, encontró en la ficción sonora una vía para dar rienda suelta a su creatividad.

Un profesor le aseguró que era "carne de radio"

Tras escribir, dirigir y producir sus dos primeras obras, 'Saeta' -sobre la soledad no deseada- y 'Que la suerte te...' -acerca de la adicción al juego-, el reconocimiento le llegó con 'Recursos Humanos', nominada al Ondas a mejor pódcast experimental y ganadora del premio a mejor actor.

Ahora, mientras busca qué rumbo profesional tomar, se ha vuelto a sentar frente al teclado y está trabajando, entre otros proyectos, en una nueva ficción sonora que espera tener lista el año que viene.

También tiene intención de trasladar sus conocimientos sobre el tráfico madrileño, que tiene mucho de sonoro y algo de ficción, a una de sus historias.

Romper el embrujo de la radio

Aquel estudiante al que un profesor le aseguró que era "carne de radio" probó suerte en antena, lo dejó un tiempo y los caminos de la vida le llevaron a convertirse en un nombre reconocible para muchos madrileños.

Matsuki se confiesa tan enamorado de la radio y su misterio que decidió que los oyentes se quedasen únicamente con su voz: hasta ahora, era imposible encontrar una fotografía suya en internet.

Sin embargo, tras debatirlo con su mujer, y aprovechando que ya no va a ser "el del tráfico", ha decidido romper el embrujo y lucir su flequillo también en el mundo digital.

Su último atasco, sin embargo, le tocó vivirlo cuando todavía no tenía rostro, después de anunciar su despedida en redes sociales.

Su perfil se llenó de mensajes de cariño tanto de compañeros como de los oyentes.

"Al final eres la banda sonora rutinaria de mucha gente. Ha sido muy bonito, no me puedo quejar", concluye.