Hoy hemos sido testigos de una nueva forma de volar drones. El objetivo es que estos dirigibles puedan compartir espacio aéreo con los vuelos comerciales, algo hoy en día, prohibido.
Para ello se requiere un vuelo a baja altitud, pero respetando siempre la seguridad.
Aunque no deberían volar por encima de los 150 metros ni en áreas restringidas como bases militares o aeropuertos a veces ocurre y es peligroso, según explica Daniel García-Monteavaro del departamento de drones Enaire.
Por ejemplo, un helicóptero desciende por debajo de los 150 metros para realizar un rescate y en ese espacio, al aire libre, se encuentra con varios drones. Es una situación peligrosa que se puede evitar con un sistema de coordinación.
Otro sistema avisará también a los pilotos de los drones para que finalicen el vuelo, según avanza Carlos Hernández, director de Tráfico Aéreo Everis, porque de lo que se trata es de asegurar la convivencia en el espacio aéreo para evitar accidentes mayores.
Todavía en pruebas, este programa se pondrá en marcha en 2020 y será de obligado cumplimiento.