Cada 11 horas muere una persona por ahogamiento en España

España ha registrado 368 muertes por ahogamiento en espacios acuáticos en lo que va de 2025, lo que supone la cifra más elevada de la última década.

El dato supera los registros de los mismos periodos en 2023 (361) y 2017 (339), según el Informe Nacional de Ahogamientos (INA) publicado por la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS). Entre las víctimas se contabilizan cinco fallecimientos en la Comunidad de Madrid.

El mes de agosto cerró con 65 muertes, un número inferior a los récords de años anteriores, pero el balance de mayo a agosto ha sido especialmente trágico: 274 personas perdieron la vida en ese cuatrimestre, lo que convierte a este periodo en el más mortífero de la serie histórica.

En la práctica, significa que cada 11 horas muere una persona en España por ahogamiento.

El perfil de las víctimas se mantiene estable respecto a años anteriores. La mayoría son hombres (299 fallecidos frente a 69 mujeres), principalmente españoles, aunque en agosto también se registraron víctimas de otras nacionalidades (seis europeas, dos americanas y una asiática).

Por edades, la franja de 65 a 74 años concentra el mayor número de casos (74), seguida por los adultos de 55 a 64 (51) y los mayores de 75 (50).

En cuanto a los escenarios, las playas acumulan 183 muertes, los ríos 71, las piscinas 45 y otros espacios acuáticos 69.

Por comunidades autónomas, Andalucía es la más afectada con 66 muertes —14 de ellas en agosto—, seguida de Comunidad Valenciana (50), Galicia (44), Canarias (43) y Cataluña (42).

Por debajo de la veintena de casos figuran Castilla-La Mancha y País Vasco (12), Asturias y Cantabria (10 cada una), Murcia (9), Aragón y Madrid (5), Navarra y La Rioja (4), Extremadura (2) y Melilla (1). La única región sin fallecidos por esta causa es Ceuta.

La RFESS advierte de que las altas temperaturas, la masiva afluencia a playas y ríos, y la tendencia a relajarse frente al riesgo han hecho que esta temporada sea especialmente peligrosa.

Por ello, insiste en extremar las precauciones, bañarse únicamente en zonas vigiladas, respetar las señalizaciones y banderas, y mantener una supervisión especial sobre menores y personas con menor experiencia en el agua.

“Solo un enfoque integral, que combine prevención, educación y profesionales cualificados, puede mejorar la seguridad en el agua”, concluye la RFESS.

Asimismo, la federación subraya la importancia de la educación acuática desde edades tempranas y de la formación continua de los socorristas, con el fin de reducir los accidentes.