Iñaki Urdangarin cumplirá 51 años este martes, y lo celebrará por primera vez en la prisión de Brieva (Ávila), en donde ingresó el pasado 18 de junio para cumplir la condena impuesta por el Tribunal Supremo de cinco años y diez meses de cárcel por varios delitos por el caso Nóos.
La normativa penitenciaria establece que ha de transcurrir una cuarta parte de la pena para que Urdangarin pueda solicitar su primer permiso de salida, lo que podría ocurrir a final de año, según señaló el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, la semana pasada en una entrevista con EFE.
A la espera de que pueda obtener su primer permiso, el cuñado de Felipe VI permanece clasificado en segundo grado.Según Instituciones Penitenciarias, en el caso del yerno del rey Juan Carlos, "no hay ningún trato de excepción, ni a favor, ni en contra". De igual modo, "disfruta de las mismas comunicaciones ordinarias y familiares que están establecidas en la normativa penitenciaria para cualquier interno y en las mismas condiciones".
No obstante, el Ministerio del Interior, en respuesta al senador de En Comú Podem Joan Comorera, ha admitido que por "motivos de seguridad", en las visitas que ha hecho la infanta Cristina a su marido en estos meses, ha podido acceder en coche privado hasta el interior de la cárcel y ha evitado las esperas junto a los allegados de otros reclusos. "El trato adecuado a esas circunstancias de seguridad consiste en evitar manifestaciones ofensivas o posibles altercados con otros comunicantes", lo justifica Interior en su escrito al senador catalán.
El módulo en el que se encuentra recluido Urdangarin, que permanecía vacío desde que en 2005 lo abandonó el exdirector de la Guardia Civil Luis Roldán, está compuesto por una zona común, una celda con televisión, un aseo y un patio de unas dimensiones aproximadas de 20 por 7 metros.
El exduque de Palma dispone de una bicicleta estática para hacer ejercicio, después de que el juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Valladolid lo autorizara tras la negativa inicial de la dirección de la cárcel de Brieva. Al no haber gimnasio en el módulo que ocupa, el que fuera una estrella del balonmano solicitó poder usar la bicicleta como uso terapéutico, a lo que el juez le dio la razón para poder ocupar "las largas horas de soledad" y ayudar al mantenimiento de su salud mental.