El paro continúa siendo la principal preocupación de los españoles y la inquietud por este problema ha repuntado en el último mes casi dos puntos, una vez superada la inestabilidad política, según el barómetro de diciembre del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), difundido hoy. El estudio, elaborado del 1 al 11 de diciembre, sigue situando al paro como la mayor preocupación de los españoles, y así lo dice el 74,7 por ciento de los consultados, 1,8 puntos más que en el barómetro de noviembre.
Sube también la inquietud por los problemas de índole económico, citados por el 24,7 por ciento, ocho décimas más que el mes anterior y se colocan como la tercera preocupación, por detrás del paro y de la corrupción y el fraude, que menciona el 36,7 por ciento, seis décimas más que antes. Un mes después de que se formara Gobierno, la falta de Ejecutivo ha dejado de preocupar a los españoles y ese tema ha pasado de inquietar al 2,2 por ciento al 0,3 por ciento.
Preguntados por la situación política, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy ya llevaba un mes en plenas funciones, se reduce drásticamente la cifra de españoles que ven el panorama malo o muy malo. Así, frente al 74,3 por ciento que tenía esa opinión en noviembre -el 88,1 por ciento en octubre- ahora sólo comparten ese criterio el 67,5 por ciento, lo que se traduce en una caída de 6,8 puntos.
No significa eso que mejore la percepción en general, porque se mantienen estables en el 3,9 por ciento los que califican la situación política de buena o muy buena (una décima más que un mes antes). Los que piensan que el escenario político sólo es regular suman el 25,1 por ciento, 5,5 puntos más que en el anterior barómetro. Con la vista puesta en el futuro, el 15,2 por ciento cree que la situación política estará mejor dentro de un año (tres décimas menos que en noviembre), el 47 por ciento indica que seguirá igual (el 40,3 por ciento un mes antes) y el 21,6 por ciento teme que será peor (26,4 por ciento).
Eso sí, la inmensa mayoría, el 54,3 por ciento, ve que las cosas están igual que hace un año en política, y hay otro 29,5 por ciento que estima incluso que están peor, y el 12,3 por ciento aprecia que están mejor. Respecto a los principales problemas, la cuarta preocupación, citada por el 22,1 por ciento de los entrevistados, es todo lo relacionado con los partidos y los políticos, cuando en el estudio anterior lo hacía el 22,1 por ciento (3,6 puntos menos), bajando así al cuarto lugar del tercero que ocupaba anteriormente.
La sanidad, con un 13,7 por ciento sube tan solo una décima con respecto de noviembre, pero escala hasta el quinto puesto, mientras que la educación pasa del quinto al sexto al ser una preocupación para el 13,5 por ciento de los españoles, un 0,9 menos que en el periodo anterior. Un 12,2 por ciento percibe como problema las cuestiones sociales, dos puntos más que quienes lo pensaban en noviembre, aunque se mantiene en el séptimo lugar en la lista seguido de los problemas relacionados con la calidad del empleo, que lo cita el 7,4 por ciento cuando hace un mes lo señalaba el 6,8 por ciento.
Las pensiones, en el noveno, inquietan al 4,2 por ciento, ocho décimas menos que un mes antes, mientras que el décimo lugar pasa a ser ocupado por la inseguridad ciudadana, que pese a bajar una décima y ser citada por el 3,2 por ciento, supera a la inmigración, que ahora menciona el 3,1 por ciento frente al 3,9 por ciento de noviembre. Respecto a la situación económica, sigue siendo mala o muy mala para el 4,8 por ciento de los encuestados (cuatro décimas más que en noviembre), regular para el 34,3 por ciento (2,3 puntos más) y mala o muy mala para el 60,4 por ciento, lo que supone 2,6 puntos menos que el mes anterior).
Son más también quienes creen que dentro de un año habrán mejorado las cosas y en ello confía el 23,6 por ciento (0,9 puntos más que un mes antes), aunque hay otro 42,3 por ciento que dice que todo siga igual (1,4 puntos más) y un 20 por ciento que teme que vaya a peor, 1,3 puntos menos que en noviembre. Como es habitual, el CIS ha preguntado también sobre la fórmula de organización territorial. Aumenta ligeramente, en cinco décimas porcentuales, el número de españoles que no quiere cambios en el modelo autonómico y prefiere un Estado en el que las comunidades tengan la misma autonomía.
Apenas varía -una décima menos- el porcentaje de los que optan por un menor grado de autonomía para las regiones, que se sitúa en el 9,6 por ciento, mientras que sube ligeramente -en 1,1 puntos- el de los que se decantan por más autonomía, un 14,4 por ciento de los encuestados.
Por último, sólo un 9,7 por ciento de los entrevistados apuesta por un Estado en el que se reconociese a las comunidades autónomas la posibilidad de convertirse en Estados independientes, tres décimas porcentuales más que en noviembre.