Los líderes iberoamericanos buscan en Cádiz salidas conjuntas a la crisis

  • El Rey y Rajoy mantendrán este viernes reuniones bilaterales antes de iniciarse la cumbre

El grueso de mandatarios latinoamericanos que asistirán a la XXII Cumbre Iberoamericana se encuentra ya en Cádiz, donde analizarán la crisis económica en Europa y conmemorarán el bicentenario de la promulgación de la primera constitución española, conocida como "La Pepa". Los últimos en llegar al aeropuerto de Jerez, próximo a Cádiz, a bordo de un avión de la fuerza aérea española han sido los presidentes de Costa Rica, Laura Chinchilla; Honduras, Porfirio Lobo; el representante del Principado de Andorra, Antoni Martí, junto con la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Saénz de Santamaría.

A bordo de ese mismo avión ha viajado hasta la ciudad andaluza, el presidente de Haití, Michel Martelly, quien asiste como invitado especial ya que su país recibirá en la cumbre el estatus de observador.Poco antes llegaron el presidente de Portugal, Anibal Cavaco Silva, y el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Saadedín al Otmani, cuyo país asiste por primera vez como observador a la cumbre iberoamericana.

El presidente de México, Felipe Calderón, que se despide en Cádiz de las cumbres iberoamericanas ya que concluye su mandato el próximo mes de diciembre, abrió hoy las llegadas de mandatarios latinoamericanos.Poco después lo hizo el presidente panameño, Ricardo Martinelli, quien recogerá el testigo de la cumbre ya que la próxima edición se celebrará en Panamá. El presidente del Gobierno Mariano Rajoy también se encuentra ya en Cádiz, al igual que el presidente de República Dominicana, Danilo Medina.

En la madrugada de hoy llegaron también a la ciudad gaditana el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien viajó acompañado por el expresidente del Gobierno español José María Aznar, así como los jefes de Estado de Ecuador, Rafael Correa, y de Bolivia, Evo Morales.El primero en llegar ayer a Cádiz fue el rey Don Juan Carlos y horas después lo hizo la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien asiste por primera vez a una cumbre iberoamericana.

El resto de mandatarios llegará a Cádiz durante la jornada de hoy Los últimos en llegar serán los presidentes de Perú, Ollanta Humala, de Chile, Sebastián Piñera, y el de El Salvador, Mauricio Funes, según el programa de llegadas.A la cumbre de Cádiz, que se inaugura hoy, no asistirán siete jefes de Estado. A las ausencias anunciadas se sumó hoy "por razones de fuerza mayor" la del nicaragüense, Daniel Ortega. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y de Uruguay, José Mujica, no asistirán por enfermedad, y tampoco estarán en Cádiz los de Venezuela, Hugo Chávez, Cuba, Raúl Castro.

Federico Franco, el presidente paraguayo, no acudirá para no entorpecer la presencia de otros países que le han vetado en organizaciones latinoamericanas tras la destitución de su predecesor, Fernando Lugo; y el jefe de Estado guatemalteco, Otto Pérez Molina, no viajará tras el terremoto que ha sufrido su país.

DECLARACIÓN DE CÁDIZ

En el Palacio de Congresos, los cancilleres dieron el último repaso a la Declaración de Cádiz y al Programa de Acción que aglutinan los temas y decisiones de esta cita, que tiene un fuerte contenido económico.La Declaración se centra en seis ejes, entre los que destaca el desarrollo de infraestructuras, la promoción de las micro, pequeñas y medianas empresas, y de políticas de crecimiento y generación de empleo.

La XXII Cumbre Iberoamericana se inaugura en la ciudad donde hace doscientos años se aprobó la Constitución liberal de 1812, a la que rinde homenaje la Declaración final de la Cumbre, como uno de los "hitos históricos fundamentales del acervo constitucional iberoamericano".La inauguración oficial tendrá lugar en el Gran Teatro Falla pero la foto de familia será un poco antes, en el Oratorio de San Felipe Neri, donde hace doscientos años fue proclamada la primera constitución española, conocida como "La Pepa"

Tras la inauguración, el rey Juan Carlos ofrecerá una cena a los mandatarios asistentes.

OBJETIVOS DE LA CUMBRE

La XXII Cumbre Iberoamericana arranca este viernes en Cádiz con el objetivo principal de que los líderes de América Latina, España, Andorra y Portugal analicen la situación económica mundial y busquen de forma conjunta salidas a la crisis. La cita, que España acoge por primera vez desde 2005, aspira a dar un nuevo impulso a este foro, creado a iniciativa de España y México en 1991, y que ha ido perdiendo interés entre sus miembros, como refleja el alto nivel de ausencias registrado en algunas de sus últimas ediciones.

El análisis de la situación económica mundial, con una particular atención a las crisis de deudas soberanas en la 'eurozona', y las maneras de afrontar esta situación de manera conjunta será uno de los temas centrales en las conversaciones entre los líderes. No en vano España es el segundo inversor en América Latina, cuyas exportaciones también se ven afectadas por la crisis en la 'eurozona', como le ocurre a otras economías del planeta.

UNA "VISIÓN REAL Y REALISTA" DE LA CRISIS

El Gobierno español subraya la oportunidad que supondrá la reunión de Cádiz para ofrecer de primera mano y sin intermediarios una "visión real y realista" de la crisis que atraviesa España y Europa, avanzan fuentes del Ejecutivo.El Gobierno de Rajoy defenderá ante sus colegas que la crisis de deuda soberana que atraviesa la 'eurozona', y que preocupa al resto de la economía mundial, no se solucionará solo con programas de austeridad, sino que también se necesitan iniciativas para impulsar el crecimiento y una apuesta por compras decididas de deuda soberana.

España aspira así a que la Cumbre apueste por el modelo 'anglosajón' de salida de la crisis, frente a la austeridad estricta que defiende Alemania, recelosa de que los poderes públicos intervengan en los mercados de deuda soberana.

Cuatro países iberoamericanos (Argentina, Brasil, España y México) forman parte del G-20, el foro que reúne a las principales economías industrializadas y emergentes, por lo que la cumbre de Cádiz supone una oportunidad para intentar concertar posiciones en este foro, pero también en otros como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

La cumbre de Cádiz también permitirá que América Latina, necesitada de grandes infraestructuras, analice posibilidades de cooperación en este ámbito con España, cuyas empresas son líderes en este sector.España también aprovechará la cita de Cádiz para buscar el compromiso de sus socios de que respaldarán su candidatura a ingresar como miembro no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU en el bienio 2015-2016, a cambio de apoyar otras candidaturas de sus aliados iberoamericanos.