Un artefacto casero fabricado con una bombona de cámping gas ha explotado hoy en el interior de la basílica del Pilar de Zaragoza sin provocar heridos, a pesar de que en esos momentos el templo se encontraba abierto al público, según han informado fuentes policiales.
El artefacto ha estallado sobre las 13.45 horas en el pasillo central de la nave donde se encuentra el altar mayor de la basílica, cerca del órgano. Al parecer se trataba de un artefacto casero fabricado con una bombona de cámping gas.
La explosión ha roto varios de los bancos de madera que se ubican frente al altar mayor, pero no ha causado heridos al no haber ningún visitante cerca del lugar en el que se había depositado el artefacto.
Los servicios sanitarios sólo han tenido que atender a una mujer mayor que se acercó hasta los agentes policiales para quejarse de que le pitaban con fuerza los oídos.
La Policía sospecha que detrás de la acción está algún grupúsculo de extrema izquierda. En este sentido cree que los autores de la colocación del artefacto son integrantes de grupos anarquistas con conexiones con otras organizaciones de este tipo italianas
Tras la explosión, agentes de la Policía Nacional han desalojado la basílica y han acordonado la plaza y las zonas aledañas desde las que se accede al recinto religioso.
La labor de los artificieros de la Policía Nacional y de los perros especializados en la detección de explosivos ha descartado la colocación de un segundo artefacto, aunque la basílica permanecerá cerrada al menos hasta este jueves para facilitar las labores de los investigadores, así como la limpieza y ventilación del templo.
El arzobispo de Zaragoza, monseñor Manuel Ureña, ha asegurado que "no ha habido que lamentar desperfectos en el patrimonio histórico artístico" a causa del artefacto y ha agregado que "lo más grande es que no ha habido víctimas de ninguna clase" y "estamos contentos y felices de que la Virgen haya puesto su mano porque, aunque el artefacto no era de gran calibre, podría haber herido a alguien".
VIERON A DOS JÓVENES CORRIENDO
Instantes después de producirse la explosión, el concejal portavoz de IU en el Ayuntamiento de Zaragoza, José Manuel Alonso, ha observado a dos jóvenes salir corriendo del interior del templo, según ha asegurado el edil en declaraciones a Efe.
Alonso ha comentado que cuando pasaba a escasos metros de la puerta central de la basílica, sobre las 13.45 horas, ha oído una explosión "bastante considerable" e inmediatamente ha visto salir a los dos jóvenes "como alma que lleva el diablo", mientras el resto de visitantes salían de forma "tranquila y sin pánico".
La policía trata de identificar a los autores de la acción a través de las declaraciones de testigos y están visionando las grabaciones de las cámaras del templo y de establecimientos del entorno.
El cabildo de Zaragoza, que ha condenado los hechos, ha anunciado en un comunicado que espera que el templo se reabra mañana jueves y retome la actividad habitual.
El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, ha manifestado su "más absoluta repulsa y una condena sin paliativos" hacia este tipo de actos y ha expresado su deseo de que "esta gentuza sea detenida lo antes posible por la policía".
LAS SOSPECHAS DE LA POLICÍA
La Policía ve similitudes entre el artefacto explosivo de pequeña potencia que esta mañana explotó en la Basílica del Pilar, de Zargoza, con el colocado en la catedral de La Almudena de Madrid, el pasado mes de febrero y que fue reivindicado por un grupo anarquista, informaron en fuentes policiales, que en cualquier caso quieren ser prudentes sobre la autoría de la acción.
En el caso del artefacto de La Almudena, su colocación fue reivindicada por el "Comando Insurrecionalista Mateo Morral", que en un comunicado dijo que pretendían dar caña a la monarquía borbónica en sus lugares sagrados.
El artefacto colocado este miércoles en la Basílica del Pilar es el cuarto ataque explosivo registrado en menos de un año contra instituciones religiosas.
Los dos primeros tuvieron lugar a finales de diciembre de 2012 cuando un grupo antisistema remitió dos consoladores explosivos al Arzobispo de Pamplona y al director de un colegio de los Legionarios de Cristo en Madrid. Este ataque fue reivindicado a través de Internet por medio de un comunicado que iba firmado por el siguiente grupo: "Club de Artesanos del Café para sus Nuevos Usos (ocasionalmente espectacular) - FAI/FRI. Grupo Anticlerial para el Fomento del Uso del Juguete Sexual - FAI/FRI".
El siguiente ataque tuvo lugar el 7 de febrero en la Catedral de la Almudena de Madrid donde Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX) de la Policía Nacional desactivaron un artefacto explosivo colocado junto a uno de los confesionarios del templo. Constaba de 200 gramos de pólvora, un recipiente metálico con un kilo de clavos, un detonador y un temporizador que consistía en un reloj despertador.