El Rey ha recibido en su despacho del Palacio de la Zarzuela a los líderes de las patronales CEOE y Cepyme y de los sindicatos CCOO y UGT, con quienes ha tenido ocasión de examinar los resultados de la negociación colectiva y las perspectivas del empleo en España.
Don Felipe ha dado la bienvenida con un cordial saludo a los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, y a los presidentes de la CEOE, Juan Rosell, y de Cepyme, Antonio Garamendi, con quienes ha posado para los medios gráficos en el salón de audiencias antes de invitarles a pasar a su despacho.
Méndez y Fernández Toxo han intercambiado algunas palabras entre ellos mientras esperaban la entrada del Rey, quien ha bromeado con los invitados al ocupar su lugar para las fotos entre los dos líderes sindicales y los dos presidentes de las organizaciones patronales -"Aquí, en medio", ha comentado, sonriente- y ha insistido en cederles el paso para acceder al despacho.
Los agentes sociales han sido citados para su primera audiencia conjunta con Felipe VI con motivo del III Acuerdo para el Empleo y la negociación Colectiva, suscrito el pasado 8 de junio, que establece los criterios que habrán de regir la negociación colectiva hasta 2017 y dispone que las alzas salariales se puedan modular en cada sector y empresa en función de la productividad.
El documento pactado por Rosell y Garamendi con Fernández Toxo y Méndez promociona la contratación indefinida en el acceso al mercado de trabajo e incluye el compromiso de corregir la elevada utilización de los contratos temporales, con el fin de evitar que la recuperación del empleo se canalice a través de la temporalidad.
En materia salarial, el texto fija hasta el 1 por ciento la subida para el presente año y hasta el 1,5 por ciento la de 2016, mientras que, para determinar el aumento correspondiente a 2017, las organizaciones firmantes se comprometen a tomar como referencia la evolución del PIB durante el próximo ejercicio y el cuadro macroeconómico del Gobierno para el año siguiente.
Las conversaciones entre sindicatos y patronal para cerrar este acuerdo se prolongaron durante más de cinco meses, especialmente porque las cuantías de las alzas salariales para los próximos años se convirtieron en el principal escollo de la negociación.
El texto también aborda el absentismo injustificado, un problema ante el que promueve medidas correctoras y de control, al tiempo que promueve la igualdad de trato y oportunidades entre hombres y mujeres, impulsa la inserción laboral de los jóvenes y favorece la contratación efectiva de las personas con discapacidad.
ACTO DE PRESENTACIÓN DE CARTAS CREDENCIALES
Por la mañana, el Rey Felipe VI recibió las acreditaciones de los nuevos embajadores de Australia, El Salvador, Perú, Lituania, Costa Rica y Zimbabue en un acto en el Palacio Real por el que nuestro país les reconoce formalmente como representantes diplomáticos de sus respectivas naciones.
Desde las 12.00 horas, los embajadores fueron llegando uno a uno y de forma escalonada al Palacio Real desde el Palacio de Santa Cruz, sede histórica del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, y punto en el que les ha recogido una carroza de gala del siglo XIX perteneciente a Patrimonio Nacional y tirada por caballos de raza holandesa.
A la llegada de cada carroza al Palacio Real, un destacamento de la Guardia Real ha interpretado el himno nacional del país del embajador en cuestión a modo de recibimiento, tras lo cual el Rey les ha recibido uno a uno en la Cámara Oficial, donde cada diplomático le ha entregado el documento oficial en forma de carta que le acredita como representante de su país y, a continuación, ha presentado a Su Majestad a los principales cargos de su legación.
Hechas las presentaciones, Don Felipe, que iba vestido con el uniforme de gran etiqueta del Ejército de Tierra, el mismo de su proclamación, se ha reunido con cada embajador en el Salón del Nuncio, en compañía tan sólo ministro José Manuel García-Margallo.
La ceremonia de entrega de cartas credenciales ante el jefe del Estado se remonta al siglo XVIII y se ha mantenido prácticamente intacta en su desarrollo hasta nuestros días. Las únicas excepciones se produjeron en 2013 y 2014, cuando el acto sufrió modificaciones debido a las convalecencias del Rey Don Juan Carlos por las diversas operaciones a las que se tuvo que someter.
Así, en lugar de celebrarse en el Palacio Real, la entrega de las cartas credenciales de los embajadores tuvo lugar en varias ocasiones en la Zarzuela y era más corta de lo habitual. La llegada de Felipe VI al trono en junio de 2014 hizo recuperar el formato tradicional de estas ceremonias.