La reunión que el Rey ha mantenido con el presidente estadounidense, Barack Obama, en el Palacio Real, ha servido para constatar la fortaleza de los lazos de colaboración entre España y los Estados Unidos, una nación a la que Felipe VI se ha referido como "un país amigo y decisivo en el mundo".
La bienvenida que el Monarca ha dispensado a Obama en el primer acto oficial de su visita a España ha sido cálida y salpicada de detalles con los que ha querido mostrar una especial deferencia a su invitado al que, de forma inusual, ha recibido en la Plaza de la Armería del Palacio de Oriente, ante su puerta principal.
Una ceremonia celebrada en el Salón de Columnas ha sustituido el almuerzo con un centenar de comensales que en el programa original se había previsto para mañana lunes y que se ha anulado por el anticipado retorno de Obama a los EEUU tras la matanza de Dallas.
En una breve alocución, el Rey, que ha asegurado sentirse "feliz" por acoger a su invitado, le ha agradecido especialmente que hubiera decidido mantener su visita "en las actuales circunstancias".
Del mismo modo, Obama ha confesado que le habría gustado quedarse "más tiempo" y ha reconocido la comprensión de España por haber acortado su visita "dada la semana tan difícil que hemos vivido en Estados Unidos", en referencia a los sucesos de Dallas.
Tras los saludos protocolarios, ambos han hablado ante las delegaciones de los dos países, la de España encabezada por la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de
Santamaría, acompañada de los ministros de Exteriores y Defensa, José Manuel García-Margallo y Pedro Morenés, y la de EEUU por la consejera de Seguridad Nacional, Susan Rice.
En sus declaraciones públicas, los dos han puesto el acento en destacar los estrechos vínculos entre los dos países.
Felipe VI ha trasladado a Obama la "voluntad firme y pleno compromiso" de España para "mantener siempre la más estrecha colaboración con Estados Unidos, un país amigo y decisivo en el mundo" y le ha recordado que ambas naciones "comparten principios, valores e intereses".
Ha recordado que la relación se ha "fortalecido intensamente en todos los ámbitos" y ha destacado la "fundamental" contribución de miles de españoles y estadounidenses "que cada día refuerzan con su labor los lazos entre los dos pueblos, que se respetan y saben mirar juntos hacia el futuro con confianza y determinación".
Obama, por su parte, ha recordado con humor sus tiempos de mochilero, cuando viajó a España, pero no el Air Force One como ahora, porque entonces "llevaba una mochila a la espalda, iba andando a todas partes y comía en plan barato".
Además de resaltar la "profunda y estrecha relación" entre EEUU y España, el mandatario ha hecho hincapié en que los dos países son más que aliados, porque "comparten los mismos ideales, entre ellos la libertad, el respeto a la ley y al Estado de Derecho".
Su presencia en España, ha confesado también, le va a permitir demostrar el vigor de la "gran alianza" entre dos países que trabajan juntos "a nivel global".
No ha olvidado Obama recordar la visita que en otoño hicieron a su país el Rey y la Reina Letizia y ha alabado a Felipe VI porque, al igual que su padre, Juan Carlos I, constituye un "símbolo viviente de la fortaleza de la nación".
También le ha dicho que su esposa Michelle y sus hijas "aman España" y que confía en que todos puedan volver a visitar el país con más tiempo, algo a lo que hoy mismo el Rey le ha emplazado para poder conocer las muchas "maravillas" que ofrece.
Después de la ceremonia de bienvenida, se ha celebrado una reunión bilateral de casi una hora en la Cámara Oficial, en la que ambos han estado acompañados de sus respectivas delegaciones, para abordar a puerta cerrada asuntos de interés mutuo.
El programa de su visita ha continuado con un encuentro privado con el personal de la embajada, en un hotel, y posteriormente Obama se desplaza al Palacio de la Moncloa para entrevistarse con el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy.