Rajoy promete recurrir la resolución del Parlament al día siguiente de aprobarse

  • Descarta un pacto de Estado por la unidad, porque "el documento es la constitución"
  • Se reúne este miércoles con la patronal y los sindicatos ante la situación catalana

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha prometido que si se aprueba en el Parlament la resolución de los partidos independentistas que apuesta por iniciar el proceso de ruptura con España la recurrirá ante el Tribunal Constitucional "al día siguiente o a los dos días".

En una conferencia organizada por el diario El Mundo, Rajoy ha añadido que tras presentar este recurso, el Tribunal Constitucional "actuará en consecuencia", aunque no ha querido especular sobre cuál será la decisión de ese organismo.

"Tengan la absoluta certeza de que el Gobierno, si tiene que actuar, actuará, y no renunciará a ninguno de los instrumentos" que permite la ley, ha dicho Rajoy, quien no obstante ha admitido que espera no llegar a la situación de tener que aplicar el artículo 155 de la Constitución y tener que suspender la autonomía.

Durante la conferencia, el jefe del Ejecutivo ha considerado que "no hay razón alguna", ni en la actuación del Gobierno ni en la de los anteriores, que "justifique la deslealtad y el desafío permanente en el que se han instalado desde hace tiempo los responsables de la Generalitat de Cataluña".

Ha subrayado asimismo que "ni España, ni su Gobierno, ni sus partidos políticos ni sus instituciones son responsables" de lo que ocurre en Cataluña. Tras reiterar que el Estado tiene "mecanismos suficientes" para hacer frente a esta situación, Rajoy ha insistido en que seguirá velando por el cumplimiento de la ley y ha asegurado que las medidas que se tomen seguirán como hasta ahora los criterios de "proporcionalidad" y "prudencia".

Además, ha prometido continuar con el diálogo con los demás partidos ante el desafío soberanista. Sobre dicho diálogo, Rajoy ha valorado, tras las reuniones con los líderes de los principales partidos, el "consenso básico" que existe con "casi todos" en torno a "la defensa de la unidad de España, de la soberanía del pueblo español, de la igualdad de los españoles y el respeto a la ley".

Ése es, en su opinión, el "mejor consenso posible", porque garantiza la "convivencia armónica", ampara la diversidad de España y "recoge el sentir de la inmensa mayoría de españoles, incluidos también la mayoría de los catalanes".

"Quien tiene que dirigir el proceso es el Gobierno con el mayor apoyo político", ha señalado Rajoy, quien ha restado importancia al hecho de que no se haya firmado un documento que plasme el acuerdo de los partidos contra el desafío soberanista porque lo importante es que coinciden en lo esencial."Ya hay un documento, que es la Constitución", y se trata "lisa y llanamente de cumplirla", ha añadido.

Mariano Rajoy ha insistido al respecto en que la Constitución "se va a respetar" y ha apuntado que tanto él ahora como cualquier Gobierno que pueda haber cuenta con el apoyo "de la mayoría partidos que representan a la mayoría del pueblo español".

Por otro lado, el presidente del Gobierno ha negado que vaya a tomar el control de los fondos que el Estado transfiere a Cataluña como medida de presión hacia los soberanistas.Y ha recordado durante la conferencia que "para que no se hundiese el sistema de bienestar de los ciudadanos de Cataluña" el Estado "lleva aportados 49.000 millones de euros a través de los distintos mecanismos de apoyo financiero".

CON PATRONAL Y SINDICATOS

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, buscará este miércoles en Moncloa la complicidad de la patronal y los sindicatos ante el desafío independentista que se ha abierto en Cataluña tras la resolución promovida por Junts pel Sí y la CUP para avanzar hacia la república catalana.

En concreto, Rajoy tiene previsto recibir al secretario general de UGT, Cándido Méndez; al secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo; al presidente de la CEOE, Joan Rosell; y al presidente de CEPYME, Antonio Garamendi, un encuentro que se enmarca dentro de la ronda de contactos que inició la semana pasada para tratar la situación de Cataluña.

La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha sido una de las principales interlocutoras para cerrar esta reunión, que se celebrará a las 18.00 horas en Moncloa. Está previsto que después comparezcan por un lado los sindicatos y por otro la patronal.

Por lo pronto, el secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, ha avanzado que aconsejará a Rajoy que evite el frentismo contraponiendo un acuerdo constitucionalista a los independentistas y para que no acuda a los tribunales a tratar de atajar la crisis catalana por la vía judicial.

RAJOY: MANO TENDIDA AL DIALOGO DENTRO DE LA LEY

El objetivo de estas reuniones las distintas fuerzas políticas y los agentes sociales es encontrar "sintonías" ante el desafío soberanista. El propio Rajoy aseguró este martes que cuenta con "todos" para defender la unidad frente al chantaje separatista". "Mi mano sigue tendida al diálogo en el marco de la ley", aseguró también Rajoy en su cuenta de Twitter tras entrevistarse este martes con el líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida.

Rajoy inició estos contactos el miércoles pasado con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y le siguieron otros con Albert Rivera (Ciudadanos), Pablo Iglesias (Podemos), Alberto Garzón (IU), Josep Antoni Duran i Lleida (Unió) y Andrés Herzog (UPyD).

SEGUIR LAS CONVERSACIONES

El presidente del Gobierno se ha comprometido en esas reuniones a mantener informadas a las distintas fuerzas de cualquier paso que dé el Gobierno ante el problema catalán. Este martes Duran i Lleida reveló que Rajoy realizará una nueva ronda de consultas antes de actuar si el Parlamento de Cataluña aprueba una declaración unilateral de independencia derivada de la propuesta de resolución presentada por Junt pel Sí y la CUP.

Ante la posibilidad de que, a raíz de esta ronda de contactos, el Gobierno impulse un pacto o documento, fuentes del Ejecutivo no descartan de plano esa posibilidad pero admiten que es muy difícil que se lleve a cabo, sobre todo porque pactar un documento de ese tipo pondría encima de la mesa más discordias que consensos.