La dirección de ETA pretendía atentar en octubre de 2006 mediante la colocación de un artefacto explosivo en la sede de la Audiencia Nacional, según ha desvelado el juez Javier Gómez Bermúdez en un auto en el que ordena el procesamiento de la abogada Arantza Zulueta y otros nueve integrantes de la estructura Halboka.
El magistrado concreta que la organización terrorista pidió a la letrada que redactara un informe de seguridad de la sede judicial, situada en la calle Génova de Madrid, "para cometer una acción colocando en ella un artefacto".
La dirección de la banda pedía a Zulueta que le concretara las medidas de seguridad en las dos puertas de acceso al edificio, los requisitos exigidos para acceder a él, las características de los detectores de metales y la distribución de cada planta.
Además, le preguntaban si existía "libertad de movimientos" una vez logrado el acceso y pedían que especificara si cada juez de la Audiencia Nacional disponía de un despacho propio.
El auto también desvela que a Zulueta se le ocupó "un dispositivo informático" con informaciones sobre vehículos utilizados por potenciales objetivos de ETA. Uno de los coches era propiedad del Ministerio de Defensa, mientras que en otro documento incautado se mencionaba que el escolta que utilizaba otro automóvil estaba relacionado con la expresidenta del PP vasco María San Gil.
El juez integra a Zulueta y a otros nueve procesados en Halboka, estructura "plenamente integrada en la banda terrorista ETA que se dedica principalmente a la gestión de todo lo relacionado con los presos y expresos de ETA". Acusa a la abogada de delitos de integración en organización terrorista y depósito de armas y explosivos.