El Gobierno refuerza la seguridad de las embajadas españolas en el Norte de África, el Sahel, Afganistán y Pakistán tras la muerte de Osama Bin Laden y se pondrá en contacto con las empresas y cooperantes que trabajan en esas regiones para alertarles de que hay que extremar las medidas de protección. El vicepresidente primero del Ejecutivo, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha anunciado estas medidas tras la reunión que ha mantenido en La Moncloa con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y las ministras de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, y Defensa, Carme Chacón.
"No creo que la muerte de Bin Laden suponga un riesgo adicional para España", ha subrayado Rubalcaba al comentar la posibilidad de que el lugarteniente de Bin Laden, Ayman al Zawahiri, quien ha amenazado a España en varios vídeos a lo largo de los últimos años, le suceda al frente de la red terrorista. No obstante, ha insistido en que puede haber represalias y ha señalado que "las próximas semanas y meses pueden ser delicados" para los intereses españoles en el extranjero.
Después de que ayer el Estado Mayor de la Defensa ordenara extremar las medidas de autoprotección a las tropas desplegadas en Afganistán y Líbano, hoy el vicepresidente ha señalado en rueda de prensa en el Ministerio del Interior que al Gobierno le "preocupan" algunas embajadas y que se va a proceder a reforzar su seguridad.
También se aumentará la protección de las instituciones del Estado en esas zonas geográficas -el Norte de África, el Sahel, Pakistán y Afganistán-, objetivo en el que colaborarán, como es habitual, los servicios policiales de los países afectados.
Junto a estas iniciativas, el Ejecutivo considera que las empresas y los cooperantes que trabajan en esas zonas también tienen que mejorar su seguridad y se pondrá en contacto con ellos para
A través de su página web, el Ministerio de Exteriores ha desaconsejado hoy mismo "todo viaje" a Pakistán ante el "elevado riesgo de terrorismo y violencia sectaria".
HAY QUE ESTAR ESPECIALMENTE ATENTOS
En la reunión celebrada en La Moncloa, de casi hora y media de duración, Zapatero y los ministros han compartido la información disponible hasta el momento sobre el nuevo escenario que se dibuja con la muerte de Bin Laden. Las tropas españolas desplegadas en Afganistán, como el resto de efectivos de la coalición internacional, estaban desde hace unos días en situación de máxima alerta ante la llegada de la primavera, cuando aumentan los ataques insurgentes, y se ha decidido adoptar "medidas adicionales" de protección para prevenir atentados, ha añadido Rubalcaba.
El ministro no ha querido elucubrar sobre un eventual relevo en la cúpula de Al Qaeda y ha insistido en que no cree que haya un peligro adicional para el país, aunque "hay que estar especialmente atentos" tras la muerte de Bin Laden.
Bajo la "marca" de Al Qaeda y el paraguas de la yihad, ha explicado, se sitúan facciones y grupos locales muy distintos, y entre esas "franquicias claras" está Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), "la que más nos debe preocupar" porque es la que opera más cerca de España.
Tras recordar que España y Marruecos ya han sufrido la acción de AQMI, ha recordado que el riesgo de España era y es alto.
Como ya hizo ayer, ha justificado que se mantenga el nivel dos (alto) de alerta fijado el pasado mes de octubre, cuando se subió tras recibir información de los servicios de inteligencia de varios países sobre el riesgo de un atentado yihadista en Europa. A su juicio, ese nivel de alerta es "suficiente", aunque las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado van a revisar sus prioridades dentro de ese marco para hacer cambios y mejorar la respuesta ante la amenaza del terrorismo islamista.
La administración estadounidense se puso ayer en contacto con el Gobierno para facilitarle detalles de la operación llevada a cabo en Pakistán, prueba, según Rubalcaba, de la "fluidez" de los intercambios de información entre los servicios antiterroristas de ambos países.
Tras destacar también la colaboración con las fuerzas de seguridad marroquíes y garantizar que Estados Unidos suministrará cualquier información que sea relevante para la seguridad de los intereses europeos, ha hecho hincapié en la velocidad de estos intercambios, "vital" para luchar contra el terrorismo.