El personal laboral del Servicio Exterior ha iniciado sus "lunes negros" concentrándose frente a embajadas y consulados en distintos países para denunciar que no se les haya subido el salario desde 2008 y el abandono que sienten por parte del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, a quien piden una solución.Los sindicatos CSIF, UGT y CCOO anunciaron el viernes concentraciones todos los lunes hasta el 25 de julio del personal laboral, al que se animó a vestir de negro para la ocasión.Los trabajadores han publicado en redes sociales imágenes concentraciones frente a dependencias españolas en países como Italia, Bélgica, Australia o Marruecos. Además de vestir de negro, han mostrado lemas como "abandonados" o "ignorados".
En su convocatoria, los sindicatos advirtieron de que las concentraciones serán "el pistoletazo de salida de las protestas que se intensificarán en otoño si la Administración no accede a negociar".En este sentido, exigen a la Subsecretaría del Ministerio de Exteriores la convocatoria inmediata del Comité Unico PLEX (personal laboral en el exterior), órgano de interlocución entre este colectivo y la Administración, que hasta la fecha no se ha reunido pese al mandato legal.De incumplirse esta solicitud, los sindicatos advierten de que procederán "de manera inmediata" a presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo "por la obstaculización del funcionamiento del Comité PLEX y el bloqueo de la negociación colectiva, sin perjuicio de la posible interposición de otras acciones legales que pudieran corresponder".
El personal laboral en el exterior ha venido aumentando la presión sobre el Ministerio de Exteriores en particular y sobre la Administración en general en los últimos meses. Los trabajadores en Reino Unido llevaron a cabo una huelga durante varias semanas a partir de mediados de marzo, mientras que en otros países como Países Bajos, Alemania o Bélgica también ha habido paros y protestas.En otros países, como Australia, Finlandia, Suecia, Noruega o Italia el personal laboral también se ha sumado a las denuncias de la situación en la que trabajan, principalmente el hecho de que sus salarios están congelados desde 2008 y su pérdida de poder adquisitivo en estos años por la inflación en los países en los que trabajan, y han advertido de que podrían sumarse a las movilizaciones.Tras conocerse la convocatoria de las concentraciones, desde Exteriores se aseguró que es un tema prioritario para el departamento que dirige Albares y que, dentro de sus competencias, está realizando "todos los esfuerzos posibles" para que se atiendan las necesidades de este colectivo. En este sentido, precisaron las fuentes, ya se están estudiando "medidas a medio y largo plazo".