El tranvía de Parla se llevó por delante a Tomás Gómez

No han sido las luchas fratricidas socialistas ni los malos resultados electorales. Finalmente Tomás Gómez, secretario general del PSM, ha sido relegado de su cargo por el líder del PSOE, Pedro Sánchez, tras meses de polémica por el coste del tranvía de Parla, localidad madrileña de la que fue alcalde durante dos legislaturas.

Para la historia queda ya la foto de Gómez, escoltado por Esperanza Aguirre, Miguel Sebastián y Rafael Simancas, conduciendo un tranvía en la inauguración en 2007 de esta infraestructura férrea de Parla. Cuatro años después de la instantánea, ese tranvía ha llegado a su destino final, aunque, para desgracia de Gómez, éste no es otro que una vía muerta.

Catalogada por sus detractores como "una obra faraónica", el entonces alcalde de Parla Tomás Gómez adjudicó en 2005 por 93 millones de euros el proyecto del tranvía de la localidad, un recorrido de 8,3 kilómetros cuyo coste finalmente se triplicó hasta los 256 millones y terminó por ello en los juzgados.

El tranvía de Parla tiene nueve trenes que mueven cada año unos cinco millones de viajeros y ha desplazado desde el inicio de la actividad, en 2007, a más de 27 millones de personas.

Construido para compensar el hecho de que la red de Metrosur no llegaba a la ciudad, el coste de sus 8,3 kilómetros de recorrido con 15 paradas y sus trenes de 220 personas -el triple que un bus urbano- han causado un "deterioro grave" de la imagen pública del PSOE que ha finalizado con la destitución de su promotor, según ha indicado hoy el secretario de Organización del PSOE, César Luena.

La salida de Tomás Gómez se produce después de que durante meses se haya especulado con su posible imputación en el caso que investiga el juzgado número 5 de Parla, donde la Fiscalía pidió el pasado mes de diciembre que fueran imputados todos los miembros del equipo de Gobierno de Parla (PSOE) que aprobaron estos sobrecostes del tranvía en Junta de Gobierno -en 2006 y en 2009-.

Sobre el papel, Tomás Gómez quedaría fuera de esta imputación, porque en 2006 se ausentó de aquella Junta de Gobierno "por causas justificadas" y en 2009 ya no era alcalde.

Sin embargo, desde el PP de Parla siempre han sostenido que Gómez fue "el principal impulsor" del sobrecoste de esta obra y que no es lógico que no asuma esta responsabilidad porque estuviera "cantando villancicos" mientras se celebraba la Junta del 22 de diciembre de 2006, el argumento que el propio Gómez dio ante la prensa para explicar el motivo de su ausencia.

Gómez, por su parte, ha defendido siempre que quien adjudicó las obras del tranvía y las ampliaciones de las obras fue el Consorcio Regional de Transportes autonómico, e incluso ayer aseguró que emprendería acciones legales contra aquellos que siguiesen "difamando" a su partido en relación al sobrecoste del tranvía.

A la espera de que la jueza dicte los imputados, también está pendiente un informe del Tribunal de Cuentas sobre los gastos del tranvía.

Un informe solicitado en junio de 2013 por la Comisión Mixta Congreso-Senado de las Cortes, que según han manifestado fuentes del PP en reiteradas ocasiones, "puede ser demoledor".

Tanto los juzgados como el Tribunal de Cuentas investigan un primer sobrecoste -del año 2006- de 36 millones de euros en unas obras "extra" del tranvía por valor de 36 millones de euros.

De hecho, la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF) de la Policía investiga incluso "si efectivamente se ejecutaron las obras que se aprobaron en esta ampliación".

Además, el PP ha denunciado que del total de la deuda ya se han pagado 42 millones -a través de los beneficios urbanísticos de Parla Este- "que no han sido descontados" por Tranvía de Parla S.A.

El mes pasado, a instancias del PP, el pleno municipal de Parla aprobó por mayoría que se iniciasen los trámites para anular los acuerdos que triplicaron el coste del tranvía de Parla por ser "lesivos" para el Consistorio y por haber sido adoptados de forma irregular por la Junta de Gobierno.

A la espera de que Ayuntamiento de Parla, Tranvía de Parla S.A. y el Consorcio Regional de Transportes vuelven a sentarse para renegociar la deuda, a quien desde luego ha resultado "lesivo" el tranvía es al hasta hoy secretario general del PSM.

DE ALCALDE MÁS VOTADO AL RELEVO DE SIMANCAS

Tomás Gómez vino al mundo en 1968 en Enschede (Holanda), pero su familia regresó a España cuando él tenía unos dos años y se instaló en Parla.

Con veinte años, se afilió al PSOE y llegó a ser secretario de las Juventudes Socialistas de su agrupación, al tiempo que concluía en la Universidad Complutense la licenciatura en Ciencias Económicas y Empresariales, en la especialidad de Política Monetaria y Sector Público.

Su vinculación con la universidad continúa a día de hoy, ya que es profesor asociado de la Universidad Carlos III, donde no es raro verle recorrer el campus de Getafe con pasos veloces y maletín en ristre. De carácter tímido y serio, le gusta correr, nadar y hacer pesas. Sostiene que lo hace porque es hipertenso, pero también es hipocondríaco y cuida al extremo su dieta. Además, le encanta pintar y correr en moto.

Tras un proceso de primarias, fue elegido candidato del PSM al Ayuntamiento de Parla y en 2003 se convirtió en el alcalde más votado de España en ciudades de más de 50.000 habitantes. Cuatro años después, en 2007, renovó la mayoría absoluta y el título de alcalde más votado, lo que le sirvió para dar el relevo al dimitido Rafael Simancas al frente del PSM y ser considerado como una promesa de un "nuevo socialismo".

Gómez se hizo con la Secretaría General del PSOE madrileño en julio de 2007 con el aval del aval del 91 % de sus compañeros, sin embargo, desde entonces, su liderazgo se fue deteriorando, hasta el punto de que en 2012 sólo consiguió el respaldo del 59,22% de los socialistas madrileños y vio cómo crecía la oposición interna contra él, ya que la candidatura alternativa, encabezada por Pilar Sánchez Acera, logró un 40,78% de los votos.

Pero la división interna no ha sido el único obstáculo al que ha tenido que hacer frente dentro la familia socialista, ya que las relaciones de Gómez con la dirección federal de Ferraz han sido toda una montaña rusa de momentos amor y odio.

Para hacerse con la candidatura a la Comunidad de Madrid, en septiembre de 2010 tuvo que enfrentarse en unas elecciones primarias a la entonces ministra Trinidad Jiménez, una apuesta impulsada desde Ferraz y por quien era presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero. En el congreso en el que Alfredo Pérez Rubalcaba fue elegido secretario general del PSOE, Gómez optó por la candidatura que resultó derrotada, la de Carmé Chacón.

Sí pareció acertar a la hora de decantarse por Pedro Sánchez como líder de los socialistas, lo que le ayudó a pasar del ninguneo por parte de la dirección federal a incluso ocupar un puesto en la Ejecutiva del PSOE. Y eso a pesar de los resultados electorales obtenidos por los socialistas en las pasadas elecciones europeas en la Comunidad de Madrid, donde el PSOE sólo obtuvo el respaldo del 18,19% de los votantes.

No obstante, y pese a haberle apoyado para ser líder del PSOE, Pedro Sánchez ha decidido ahora destituirle de manera fulminante y nombrar una gestora para que se haga cargo de la dirección del PSM.

En la Asamblea de Madrid, cada vez que Gómez atacaba al Gobierno regional tenía que ver cómo el presidente Ignacio González o alguno de sus consejeros le echaban en cara la herencia de su gestión al frente del Ayuntamiento de Parla y, muy especialmente, el tranvía que impulsó y que finalmente ha acabado llevándose por delante su carrera política.