Xavier Sardà nos presenta 'Intercambio de vidas', un libro de relatos lleno de humor y absurdo

Xavier Sardà nos presenta 'Intercambio de vidas', un libro de relatos lleno de humor y absurdo

El periodista y presentador Xavier Sardà nos presenta su nuevo libro ‘Intercambio de vidas’, una colección de relatos cortos que Xavier ha escrito durante los meses más duros del confinamiento.

Xavier se considera un “tímido extraordinario”, a pesar de lo que aparenta en sus apariciones televisivas: “Escribir es un acto de intimidad, pero luego la editorial te pide que hagas promoción”, asegura.

“Son 21 narraciones breves y es la primera vez que disfruto haciendo este tipo de narraciones breves o llámalo cuentos”, nos cuenta Sardá en Madrid Directo.

De qué va el libro...

Un pleno municipal en el que los vecinos deciden el tiempo que quieren que haga el próximo año, un menú degustación que cuesta mil cien euros por persona y que tiene una mortal sorpresa reservada para los comensales, el extraño caso de un selecto grupo de personas que quieren contraer el coronavirus directamente de alguien cercano y elegido por ellas o una agencia holandesa que se dedica a promocionar el intercambio de vidas, son ejemplos de los 21 relatos de este nuevo libro de Sardà, donde el humor, el absurdo y lo estrambótico recorren cada una de sus páginas.

Redacción

El humor, lo absurdo y lo estrambótico recorren las 21 historias del libro. En una de ellas, explica el autor, un grupo de señores quieren tener el mismo virus que tienen las estrellas de Hollywood y contratan a una pobre persona que hace de mula para regresar a París y contagiar a los aristócratas.

Algunas de las historias surgen de experiencias personales. Un viaje a Perú, le inspiró el cuento del menú degustación con una sorpresa mortal al final.

Sardà acaba de cumplir 63 años – “ya tiene mi edad prácticamente”, dice el Señor Casamajor – en plena pandemia, una terrible experiencia que nos toca a todos: “Estoy astrazénico, la vacuna que nos han puesto es más famosa que nosotros”, dice Xavier con su sorna habitual. Y en la adversidad, una moraleja: “Tenemos que aprender a disfrutar”.