El Rey ha visitado hoy la sede que la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil tiene en la localidad madrileña de Valdemoro, donde ha podido comprobar la alta preparación de los agentes que integran esta unidad de élite concebida para actuar en operaciones de alto riesgo.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, han acompañado a Felipe VI durante una visita que ha incluido una sesión de entrenamientos con exhibición de diversos ejercicios.
La sede de esta unidad, integrada por cerca de un centenar de guardias civiles, está situada en el Colegio de Guardias Jóvenes "Duque de Ahumada" de Valdemoro, en un espacio donde entrenan y preparan sus intervenciones con la máxima reserva, debido a la naturaleza de las misiones que tienen encomendadas.
Don Felipe, con uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, ha descubierto una placa conmemorativa de la visita que se colocará en la fachada de la sede junto a otra que recuerda la que en 2008 hizo su padre, el Rey Juan Carlos I, con motivo del 30 aniversario de la fundación de esta unidad.
Tras recibir honores y guardar un minuto de silencio en memoria de las víctimas del accidente de autocar ocurrido este fin de semana en Tarragona, el Monarca ha visitado una exposición sobre su historia y ha sido informado de sus características y éxitos.
Entre ellos destacan la liberación en 1997 del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, secuestrado por ETA, la detención de la organización "Ángeles del Infierno" de Mallorca, en 2013, o la liberación en Xar (Pontevedra) de un empresario secuestrado en 2014.
En sus 38 años de historia, sus agentes han detenido a 685 personas, entre ellas 145 terroristas, y han llevado a cabo 16 operaciones antidroga en alta mar.
La reunión con el Rey se ha celebrado a puerta cerrada, como la mayor parte de la visita, por expreso deseo de la Guardia Civil, preocupada por mantener la reserva sobre las técnicas de los agentes de la UEI, que actúan en situaciones de máximo riesgo, como motines, liberación de rehenes, captura de terroristas o delincuentes muy peligrosos y también en la protección de altas personalidades.
Hay agentes procedentes de la UEI que actualmente forman parte del Servicio de Seguridad de la Casa del Rey y también hay otros que estuvieron en este servicio y después entraron en esta unidad de élite, que colaboró en el dispositivo de seguridad montado en 2014 con motivo de la proclamación de Felipe VI y, diez años antes, en 2004, en el de la boda de los entonces Príncipes de Asturias.
Mientras el Rey asistía a la charla informativa, se ha desplazado hasta la puerta de entrada un vehículo todoterreno Hummer adaptado con escalas automáticas para realizar asaltos.
En el techo transportaba a cuatro agentes uniformados y completamente pertrechados, protegidos con cascos y con el equipamiento especial de su unidad.
Desde el interior del recinto se han escuchado varios disparos, fruto de algunos de los ejercicios de tiro que se han mostrado al Rey, quien seguidamente ha salido al exterior para ver las prestaciones del automóvil y saludar a los agentes de su dotación, todos con el rostro cubierto por pasamontañas.
Después de posar con ellos para los medios de comunicación, el Rey, el ministro, el director de la Guardia Civil y el teniente coronel jefe de la UEI se han dirigido a una explanada para, ya sin la presencia de las cámaras, asistir a varios ejercicios de riesgo a los que los agentes dedican sus horas de entrenamiento.
Sus prácticas incluyen diversas modalidades de tiro, manejo de explosivos, tácticas de asalto a inmuebles, liberación de rehenes retenidos en todo tipo de recintos y vehículos, como trenes u aviones, tácticas de protección, lanzamiento desde helicóptero, buceo o abordaje de embarcaciones, entre otros.
Para acceder a la UEI los candidatos deben superar un riguroso proceso de selección; a lo largo de sus 38 años de historia, cuatro agentes de esta unidad han perdido la vida en acto de servicio.