La Quinta de Torre Arias, una finca del siglo XVI de 18 hectáreas ubicada en Canillejas, será conservada y gestionada de forma íntegra por el Ayuntamiento de Madrid, que ya tiene el plan especial para gestionar este gran espacio que contará con lugares de recreo y también huertos urbanos. La comisión de Desarrollo Urbano Sostenible ha emitido hoy informe favorable a este plan, que será aprobado de forma definitiva en el próximo Pleno municipal.
El documento sustituye al aprobado en 2014 a instancias del Gobierno de Ana Botella (PP), que permitía la implantación de una universidad privada en este recinto que es de propiedad municipal desde el fallecimiento de la condesa de Torre Arias en 2013. El plan establece la conservación del carácter integral de la quinta y garantiza su destino y gestión públicos, a la vez que completa la protección del patrimonio histórico incorporando a la catalogación el jardín, los edificios, los elementos singulares y el arbolado de especial valor.
Según informa en un comunicado el Gobierno municipal de Manuela Carmena, se recupera así para la ciudad un espacio singular e histórico como parque urbano que, en atención a la historia y valores de la quinta, conservará características de sus usos de carácter agropecuario además de recreo. El plan protege 13 edificios históricos con una superficie edificada de más de 7.000 metros cuadrados y 50 elementos singulares: se protege el propio palacio de la quinta, construido a finales del siglo XVI, las caballerizas, la casa de guardas, los invernaderos y las porquerizas, entre otros, mientras que la casa de los jardineros y el matadero recibe una protección estructural.
También establece una protección específica del grado volumétrico para determinados edificios de escaso valor y en mal estado, pero interesantes por su relación con el pasado agropecuario de la quinta, como es la casa de las patatas o la vaquería, y que permitirán tanto la conservación e incorporación al parque como testimonio histórico, como su reconstrucción para alojar las necesidades de los nuevos usos dotacionales.
Entre los elementos singulares que se protegen se encuentran los relacionados con la gestión del agua, como norias, pozos, fuentes o albercas. La totalidad de la finca es de titularidad municipal, en virtud del convenio suscrito el 15 de julio de 1986 con Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, condesa de Torre Arias. Tras el fallecimiento de la cedente, la posesión de la finca se formalizó el 19 de junio de 2013.
La exalcaldesa Botella estuvo a punto de ceder a la Universidad de Navarra la finca para instalar allí su filial madrileña, pero la operación quedó en dique seco tras ser rechazado el plan por vecinos, partidos de la oposición, sindicatos y asociaciones ecologistas. Su sucesora, Manuela Carmena, abrió el parque al público en noviembre de 2016.
Este Plan Especial de protección se ha redactado en colaboración con la plataforma ciudadana, el distrito de San Blas y los servicios municipales responsables de los trabajos de rehabilitación de los jardines y de los edificios, ya iniciados bajo la supervisión de las Comisiones de Patrimonio.
En la comisión municipal de hoy, el PP ha denunciado que desconocía cuál va a ser el uso y el destino de la finca y ha preguntado de dónde va a sacar el Gobierno municipal los recursos hídricos para la instalación de los huertos urbanos.
El PSOE, por su parte, ha denunciado la tardanza en presentar este plan parcial que apoya porque supone que este patrimonio quede para el disfrute del conjunto de los madrileños, mientras que Cs también ha denunciado la tardanza en aprobar este texto y los 8 meses que les ha costado -según este grupo- contestar a dos alegaciones.