Preocupación por la llegada a Tres Cantos y Colmenar de 1.500 cigüeñas para invernar

Más de 1.500 cigüeñas blancas pasan este invierno entre Tres Cantos y Colmenar Viejo, una concentración que convierte este enclave del norte de la Comunidad de Madrid en uno de los principales núcleos invernales de la especie.

Así lo han dado a conocer los datos del II Censo de Cigüeña blanca invernante hecho público por la Asociación Naturalista Primilla (ANAPRI), el cual señala que el 19 de noviembre fueron registradas 1.162 cigüeñas entrando al dormidero urbano de Tres Cantos, donde utilizan sobre todo edificios altos para pasar la noche.

Una semana después, el 26 de noviembre, ANAPRI contabilizó otras 405 cigüeñas en el dormidero situado junto al macrovertedero de Colmenar Viejo, visible desde el mirador de El Ventanal de la Sierra.

La organización ha expresado su preocupación por la falta de información clara sobre los casos de gripe aviar detectados en la región.

En concreto, en un escenario de alta concentración de aves, ANAPRI considera “esencial” disponer de datos públicos actualizados y de instrucciones homogéneas para que ciudadanía y ayuntamientos sepan cómo actuar ante la presencia de ejemplares enfermos o muertos.

Vertederos y salud aviar

Las 1.500 aves censadas ese año amplían las del primero realizado en diciembre de 2024, cuando se contaron 1.140 cigüeñas durmiendo en Tres Cantos.

Los registros confirman, según ANAPRI, que el vertedero y su entorno siguen actuando como un polo de atracción para miles de aves que encuentran allí alimento en los residuos urbanos.

Según ANAPRI, en apenas dos inviernos se ha consolidado un cambio de comportamiento, debido a que muchas aves han pasado de utilizar los dormideros tradicionales de Colmenar Viejo a concentrarse en los edificios tricantinos, aunque el vertedero sigue manteniendo un número importante de individuos.

Por otro lado, ANAPRI ha advertido de las implicaciones ambientales de esta situación.

Según detalla la asociación, la abundancia constante de alimento procedente de los residuos podría generar dependencia y afectar a la salud de las aves, por lo que la asociación reclama revisar el modelo de gestión de la Mancomunidad del Noroeste.