Madrid dedicará una de sus calles al general Manuel Gutiérrez Mellado y en el lugar donde vivió se colocará una placa en su homenaje, ha anunciado este miércoles la ministra de Defensa, Carme Chacón, durante un acto de reconocimiento a esta figura clave de la transición y su actuación en el 23-F.
La titular de Defensa, el presidente del Congreso, José Bono, la cúpula militar, encabezada por el jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general José Julio Rodríguez, y el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, han asistido entre otras personalidades, a un acto de reconocimiento a la trayectoria del general Gutiérrez Mellado en el Cuartel General del Ejército.
Al acto han acudido los familiares del general, fallecido en 1995, al que Chacón ha definido como un soldado al servicio de la Constitución y de los ciudadanos, y un patriota al servicio de España.
Tras anunciar que Madrid dedicará una calle a Gutiérrez Mellado, sin precisar el lugar exacto, la ministra ha resaltado que esta será la primera vez en la democracia que una ciudad dedique una de sus calles a un militar.
Chacón y Bono han entregado a la hija del general, Ana, una placa para que se coloque en la puerta del domicilio donde vivió Gutiérrez Mellado -en calle Fortuny-.
Además de su hija Ana, su hijo Manuel y sus nietos Ana y Juan, ha acudido al acto, que se ha celebrado en el mismo salón del Cuartel General del Ejército, situado en el Palacio de Buenavista, donde hace ahora 15 años se veló el cadáver del general.
En su intervención, la ministra ha elogiado la trayectoria de Gutiérrez Mellado no sólo por su gesto en el hemiciclo durante el 23-F sino también por la creación del Ministerio de Defensa y su dedicación a la lucha contra las drogas en la última etapa de su vida.
Ha avanzado que el próximo año, en el que se cumplirán cien años del nacimiento del general, el Ministerio de Defensa impulsará diversos actos de reconocimiento y homenajes para resaltar su figura como un ejemplo a seguir.
La ministra ha recordado una anécdota del general Gutiérrez Mellado contada por el ex ministro de Defensa, Narcis Serra, en sus memorias, en las que el general le dijo al Rey que el Príncipe al jurar la bandera, en mayo de 1977, se había comportado más como un soldado que como un Príncipe.
Según ha relatado su biógrafo, Gutiérrez Mellado era un demócrata bíblico, sin ni un sólo episodio oscuro, un militar bastante atípico para su época y un político forzado, porque fue encantado por el entonces presidente del Gobierno Adolfo Suárez.
