La Policía Nacional ha frenado la distribución de 3,5 millones de pilas falsas altamente peligrosas en el polígono de Cobo Calleja de Fuenlabrada y otros comercios al desmantelar una fábrica clandestina en Toledo, que lideraba una organización que quería aprovechar el aumento de la demanda que provocó el apagón de abril para repartir los productos de forma masiva en comercios y grandes superficie.
Los responsables policiales de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras y el jefe de Sección de Propiedad Intelectual e Industrial de la Comisaría General de Policía Judicial han detallado el operativo llevado a cabo el pasado 10 de junio con la entrada y registro de tres naves industriales.
Se trata de la mayor intervención desarrollada en España de este tipo de productos en la que no solo se ha incautado el material falsificado sino las máquinas de producción para realizar esas falsificaciones, que se pretendían distribuir por varios países.
Se han detenido a seis personas de origen asiático sin antecedentes policiales, según fuentes policiales, por la presunta comisión de delitos contra la propiedad intelectual, contra la salud pública por el riesgo que suponía su distribución al poder producir quemaduras o erosiones, y contra el mercado. Ya han sido puestas en libertad tras comparecer ante el juez.
La organización criminal usaba el entorno de polígonos industriales para la fabricación sin llamar la atención con la venta de otros productos. Gracias a los contactos de la Policía con las marcas, los investigadores tuvo conocimiento que en la zona del citado polígono de Fuenlabrada se registró una bajada importante en la venta de pilas y baterías.
Tras la venta masiva que hubo con el apagón, se observó que ese aumento de ventas no se había producido y se solicitaron entradas y registros en tres naves, habilitadas para la confección de pilas falsificadas de marcas populares y muy peligrosas al ser corrosivas.
La baterías de litio o de otros materiales venían importadas de otros países europeos y se encamisaban --etiquetados-- en las naves industriales registradas en Fuenlabrada. La fábrica realizaba serigrafiado y quedaban perfectamente para ser distribuidas. La organización era capaz de fabricar hasta 30.000 unidades de pilas al día.