Estudiantes frente a la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid | EUROPA PRESS
(Actualizado

La Universidad Complutense de Madrid (UCM) es actualmente la única de las universidades públicas madrileña que tiene regulado el paro académico en su normativa interna. La Delegación Central de Estudiantes de la Complutense activó esta medida este lunes de cara a las dos jornadas de movilizaciones previstas el 26 y 27 de noviembre.

Sus efectos son la suspensión de la obligación del estudiantado que secunde el paro académico de seguir las actividades académicas establecidas en su plan formativo, no siendo contabilizadas sus faltas de asistencia, la suspensión de la obligación de participar en las actividades de evaluación continua y en las prácticas que se celebren durante ese periodo y la imposibilidad de convocar pruebas evaluables no previstas con antelación a la convocatoria del paro académico.

Los Consejos de Estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid y de la Universidad Rey Juan Carlos también han convocado paro académico, a partir de las recomendaciones de sus respectivos rectorados.

En aquellas universidades donde el derecho aún no tiene desarrollo, los Consejos de Estudiantes de la Universidad de Alcalá (UAH) y el de la Universidad Carlos III (UC3M) apoyaron por unanimidad las movilizaciones previstas.

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Y la Delegación de Alumnos de la Politécnica de Madrid (UPM) secunda las movilizaciones, pero no convoca un paro académico, al esperar aún la aprobación de la normativa interna que lo regule.

La huelga de trabajadores, estudiantes y docentes para este miércoles y jueves se convoca, según explican los organizadores, contra la "asfixia" financiera de la educación superior por parte del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso y para exigir la retirada del anteproyecto de Ley autonómica de Enseñanzas Superiores, Universidad y Ciencia (LESUC) que consideran "inconstitucional".