Desaparece El Ventorro, el último núcleo chabolista de la ciudad de Madrid

  • Las 16 últimas familias han abandonado hoy este poblado de chabolas en el distrito de Villaverde
  • En Madrid tan solo quedan la Cañada Real y El Gallinero en los que se trabajada para su solución

Las dieciséis últimas familias que vivían en El Ventorro han abandonado este poblado del distrito de Villaverde para integrarse socialmente y unirse a las 445 familias que han dejado atrás sus chabolas en varios barrios de tipología especial de la capital para trasladarse a una vivienda digna.

El Ventorro era el último gran núcleo de infraviviendas de la capital, en virtud del convenio firmado en 2008 entre el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, ha quedado eliminado como ocurriera con los poblados de El Cañaveral, Santa Catalina y Mimbreras II.

Testigo de ello han sido los consejeros de Presidencia y Vivienda, Salvador Victoria y Pablo Cavero, respectivamente, y el consejero delegado de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS), quienes han ayudado a una de las familias realojadas a hacer la mudanza a su nuevo hogar en Villaverde, según una nota de la Comunidad de Madrid.

El ayuntamiento, por su parte, ha informado en otra nota de la práctica eliminación del chabolismo estructural que existía en la ciudad con las únicas excepciones de la Cañada Real y El Gallinero (Villa de Vallecas), que cuentan con un tratamiento singularizado sobre el que se trabaja desde hace tiempo.

CASI 500 FAMILIAS REALOJADAS EN VIVIENDAS SOCIALES

En los poblados de El Cañaveral, Las Mimbreras, El Ventorro y Santa Catalina residían 499 familias, y su desmantelamiento y posterior realojo de residentes ha contado con una inversión de 110 millones de euros, aportados al 50 por ciento por el Instituto de Realojamiento e Integración Social y la EMVS.

En los últimos años, la actuación conjunta de Ayuntamiento y Comunidad de Madrid ha posibilitado 309 realojos (más de 1.200 personas) y el de otras 136 familias directamente por la administración municipal, que residían en viviendas de estado deficiente asumidas por la EMVS.

Las dieciséis familias que todavía vivían en El Ventorro, asentamiento de los años 70, han sido realojadas gracias al trabajo conjunto de las administraciones, que han financiado a partes iguales el proceso de desmantelamiento y realojo, que supondrá una inversión de 19,5 millones de euros.

Desde el año 2003 se han desmantelado once poblados en los que el Ayuntamiento de Madrid ha invertido 128 millones de euros, lo que supone unos 40 euros por madrileño. El desmantelamiento de núcleos chabolistas conlleva beneficios sociales para sus residentes y un avance en la transformación de la ciudad al restituir la legalidad y destinar esos espacios a zonas verdes, infraestructuras o servicios.