El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha dado luz verde a la reforma del histórico Edificio España, que contempla mantener la fachada principal del edificio y las calles laterales y autoriza hasta 15.000 metros cuadrados de suelo comercial, un hotel de 20.000 metros cuadrados y 300 viviendas.
Desde el pasado año, el Edificio España es propiedad del magnate chino Wang Jianlin, propietario del grupo Wanda, que lo compró por 265 millones de euros a la sociedad Renville Invest, del Banco Santander.
Jianlin ha iniciado contactos recientemente con las administraciones para construir un complejo de ocio y viviendas en terrenos propiedad del Ministerio de Defensa en el barrio de Campamento, situado en el suroeste de la ciudad de Madrid.
El portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Salvador Victoria, ha explicado que la modificación "puntual" que ha aprobado el Ejecutivo permitirá preservar los valores arquitectónicos del edificio y dotar al centro de Madrid de un "foco adicional" de empleo, actividad comercial y hotelera, además de elevar el uso público de la plaza de España.
Victoria ha recordado que el Ayuntamiento de Madrid está trabajando en el reordenamiento de la plaza de España y ha recalcado que esta operación se une a otras reformas, como la operación Sevilla-Canalejas, aprobada en enero para reformar el interior de un grupo de edificios de esa manzana del centro de Madrid, que ha permitido una inversión estimada de 500 millones.
Sobre la protección del emblemático edificio, erigido en los años cincuenta y que llegó a ser el más alto de Europa, Victoria ha indicado que los expertos y organismos de protección del patrimonio han evaluado qué aspectos se deben preservar. Estos son, según ha apuntado, la fachada que da a la plaza de España, que "no se puede tocar", y otros elementos de los laterales del edificio.
MODERNIZARSE Y ADAPTARSE POR DE DENTRO
Por dentro, la torre podrá modernizarse y adaptarse, ha explicado el portavoz del Ejecutivo, que se ha mostrado convencido de que la zona se va a ver beneficiada por esa operación y será de nuevo punto de referencia para turistas y madrileños.
Con sus 117 metros de altura, el Edificio España trasladó a España en los años cincuenta el modelo de "pequeña ciudad vertical" del Rockefeller Center de Nueva York y fue emblema de aperturismo y modernización hasta que, tras un lento declive de décadas, volvió a ser objeto de deseo de inversores el pasado año.
El edificio se erigió sobre el solar de un antiguo convento destruido durante la Guerra Civil que adquirieron los hermanos Julián y Joaquín Otamendi, arquitectos y propietarios de la Compañía Inmobiliaria Metropolitana, germen de lo que luego fue Metrovacesa.
Su construcción llevó cinco años y, con una inversión de 200 millones de pesetas de la época, rompió moldes en 1953 con sus 26 plantas, 32 ascensores, 3.123 ventanas, 184 apartamentos, un hotel de lujo con 307 habitaciones, salón de fiestas para 1.200 personas y una piscina en la terraza superior.
Un año después, también de la mano de los Otamendi, comenzó en una zona muy próxima la construcción de la Torre de Madrid, inaugurada en 1960 y que con 124 metros de altura se convirtió en la nueva atalaya de Madrid.
En 2005, la inmobiliaria Metrovacesa vendió el 50% del emblemático edificio al fondo inmobiliario del Santander Central Hispano por 138,6 millones de euros y cerró un acuerdo de compraventa del 50%, que también vendió al banco por esa misma cantidad.
Desde entonces, los medios de comunicación han registrado un goteo de posibles proyectos de remodelación que, en un contexto de crisis, no han cuajado para devolver la vida a un edificio cuyo interior fue demolido en 2007 tras un largo periodo vacío.