Tanto miedo hay en las calles del barrio de Comillas en Carabanchel que según los vecinos: los supermercados se niegan a llevarles la compra, las empresas de mensajería sus compras, y el cartero sus cartas.
El origen parece estar en el tráfico de drogas del que culpan a varios clanes de gitanos por vender droga en viviendas del IVIMA en las calles de Eduardo Rivas y Baleares, entre Plaza Elíptica y Marques de Vadillo.
Forman parte de un registro de zonas peligrosas y muchos vecinos no se atreven a salir a la calle. Los okupas campan a sus anchas por esas zonas. Muchos no se van de vacaciones por miedo a encontrarse con su piso ocupado.
Los vecinos se quejan por la decadencia de una zona que en su día tuvo un gran esplendor.
Apuntan a una decena de familias de los bloques del Ivima, situados en la misma manzana del Centro de Mayores. Unos bloques en los que la Comunidad de Madrid realojó a algunas familias procedentes de poblados chabolistas de los distritos de Usera y Villaverde.