La Guardia Civil ha desmantelado una organización criminal dedicada a la explotación sexual de mujeres, tras meses de investigación en el marco de la Operación 'Descarnado'.
La red operaba en las provincias de Huesca y Madrid, donde captaba y sometía a mujeres extranjeras, principalmente de Sudamérica, bajo promesas falsas de prosperidad económica.
La investigación comenzó a finales del año pasado, cuando una ONG especializada en víctimas de trata alertó a los agentes sobre el caso de una mujer sudamericana, residente en Huesca, que habría sido forzada a ejercer la prostitución tras ser engañada para viajar a España.
La víctima relató que, en su país de origen, una persona le ofreció hacerse cargo del viaje a cambio de que ejerciera la prostitución para saldar una supuesta deuda. Lo que se presentaba como una oportunidad laboral acabó convirtiéndose en una pesadilla de abuso, control y amenazas.
Tras aterrizar en Madrid, fue conducida a un hotel donde fue agredida sexualmente por uno de los miembros de la red. Después, la trasladaron a un piso en Huesca, donde fue obligada a trabajar bajo coacción, sin recibir los beneficios prometidos y bajo constante presión psicológica y amenazas contra su familia.
Las pesquisas de los investigadores permitieron identificar a varios integrantes del grupo, incluyendo a su líder, que fue quien presuntamente cometió la primera agresión.
Además, se identificó a una mujer que se encargaba del traslado y alojamiento de las víctimas. El 1 de abril, los agentes practicaron un registro domiciliario en Madrid, donde se hallaron dispositivos electrónicos y documentación incriminatoria.
El operativo culminó con la detención de cuatro personas, tres hombres y una mujer, de entre 25 y 44 años, con nacionalidades española y peruana.