El Ayuntamiento de Madrid ha confirmado esta semana el precinto de la discoteca Moma 56 por quintuplicar el aforo, han informado fuentes municipales.
El precinto de la discoteca, situada en el número 56 de la calle José Abascal, deriva de la inspección policial realizada el pasado 17 de noviembre, cuando los agentes de la Unidad Integral del distrito de Chamberí contabilizaron en el interior de la sala un total de 1.510 personas, cuando el aforo máximo que permite su licencia de actividad es de 298 personas, por lo que lo sobrepasaba en más del 500 por ciento.
También levantaron acta en la cafetería contigua al local, perteneciente a la misma empresa, por incumplimiento de horario al encontrarse clientes en su interior a las 5.15 horas de la madrugada.
La Policía Municipal remitió el expediente a la Agencia de Gestión de Licencias de Actividades (AGLA) del Ayuntamiento, que tras el periodo de alegaciones, ha dictaminado que se trató de una falta grave que, según la Ley de Espectáculos Públicos (LEPAR) vigente en el momento en el que se produjeron los hechos, llevan acarreadas multas de entre 30.051 y 300.506 euros, la clausura desde seis meses y un día hasta dos años o la prohibición de la actividad durante el mismo tiempo.
También recoge la inhabilitación para la organización o promoción de los espectáculos y actividades recreativas desde seis meses y un día hasta dos años. La nueva Ley, que entró en vigor el 14 de diciembre, subió las infracciones muy graves a multas de entre 60.001 euros a 600.000 euros.
SIGUE FUNCIONANDO CON NORMALIDAD
El local de fiestas ha seguido funcionando con normalidad desde el 18 de noviembre hasta principios de esta semana. Fuentes municipales explicaron que no se procedió al cierre en el momento porque para eso tienen que darse dos circunstancias: que los bomberos determinen que el local puede venirse abajo o que no reúna los requisitos mínimos de seguridad.
A partir de ahora, la propiedad del establecimiento puede recurrir judicialmente el precinto, que no afecta a la cafetería ni al restaurante. Además, ya habían anunciado una querella contra el recuento policial, que consideran erróneo.
Si se aceptan los procedimientos judiciales, se paralizaría el precinto hasta el fallo judicial. Si no es así, no podrán abrir el local, que ya había programado un especial de fin de año a un precio de 50 euros con dos consumiciones y de 125 euros incluyendo cena en el restaurante y actuaciones en directo.