El Ayuntamiento de Alcorcón ha iniciado una revisión de su ordenanza de movilidad para dotar a la ciudad de "normas claras para una movilidad segura y sostenible" y "mejorar la convivencia entre peatones, ciclistas, conductores y usuarios de patinetes eléctricos" tras los últimos problemas con estos últimos.
Así lo ha avanzado la edil de Movilidad, Transición Ecológica, Educación y Medio Ambiente, Trinidad Castillo (Más Madrid), quien ha explicado que se actualizará la normativa para bicicletas y ciclos y que la ordenanza prevé, además, la creación de zonas de tráfico restringido y un nuevo régimen sancionador.
"Nuestra prioridad es la seguridad de la ciudadanía, así como garantizar un servicio seguro y ordenado, algo que será más fácil con un marco regulador adaptado las necesidades y estructura viaria de nuestra ciudad", ha insistido Castillo, quien ha explicado que la nueva ordenanza se encuentra actualmente en fase de revisión.
En este sentido, la nueva ordenanza establecerá "una edad mínima de 16 años, uso obligatorio de casco y la necesidad de disponer del certificado de circulación" para el uso de patinetes, además de incluir "criterios de estacionamiento regulado, delimitando espacios específicos de bicicletas y patinetes para evitar la ocupación indebida de aceras".
Una de las claves de esta nueva ordenanza será la regulación detallada de estos Vehículos de Movilidad Personal (VMP), que incluirá requisitos técnicos específicos después de los problemas que ha habido en los últimos meses con la compañía de alquiler de bicicletas y patinetes eléctricos.
En este sentido, Lime Mobility, la empresa de movilidad eléctrica a través de la cual se alquilaban estos dispositivos en la ciudad, comunicó su desvinculación "de forma unilateral y sin ofrecer alternativas para su continuidad y dejando sin servicio a cientos de usuarios y usuarias que utilizaban este transporte alternativo".
Según explican desde el consistorio, la empresa argumentó que, pese a la buena acogida del servicio en la ciudad, "la decisión del Ayuntamiento de Madrid de retirar los patinetes eléctricos de la capital afectó su actividad en toda la región, lo que los llevó a cesar su actividad en la ciudad".
Aunque el ayuntamiento instó a Lime Mobility al cumplimiento del contrato y a prolongar la actividad hasta una nueva concesión, "la empresa mantuvo inalterable su decisión y, en menos de una semana, bicicletas y patinetes eléctricos desaparecieron de la ciudad".
Desde entonces, el consistorio está trabajando para encontrar una solución que "garantice tanto la continuidad del servicio como su adaptación a criterios de seguridad y orden público, incluyendo la revisión de la ordenanza de movilidad".
Esta nueva ordenanza, a su vez, contemplará la creación de espacios reservados para la recarga de vehículos eléctricos y aparcamiento de flotas compartidas, además de incorporar herramientas tecnológicas para una gestión más eficiente y moderna del espacio urbano.
La ordenanza, ya redactada por los equipos técnicos de la Concejalía, se encuentra actualmente en fase de revisión y será debatida en la próxima Mesa de Movilidad.
"Este espacio de diálogo permitirá contrastar el texto con las necesidades reales de la ciudad y recoger aportaciones de los distintos sectores sociales, especialistas en transporte y todos los grupos políticos municipales", ha concluido Castillo.