Los Veintisiete aprobaron hoy las orientaciones y líneas rojas de la futura negociación sobre el "brexit", que fijan como prioridad el respeto a los derechos de los ciudadanos tanto europeos como británicos, un área en la que opinan que Londres no ha dado hasta la fecha las suficientes garantías.
La cumbre extraordinaria aprobó las llamadas "directrices" de la negociación del "brexit", uno de los pasos previos al inicio de las discusiones entre Bruselas y Londres, que comenzarán formalmente después de las elecciones británicas del próximo 8 de junio.
Esas orientaciones dejan claro que la primera prioridad de la UE en las negociaciones será "acordar unas garantías recíprocas para salvaguardar el estatus y los derechos derivados del Derecho europeo" tanto de los ciudadanos europeos como de los británicos hasta la fecha de la salida del Reino Unido.
En ello insistió hoy el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk en rueda de prensa al término de la reunión y añadió que hay 4,5 millones de ciudadanos, tanto europeos en el Reino Unido como británicos en la Unión Europea (UE), que se van a ver afectados por el "brexit".
"En las últimas semanas hemos escuchado de manera reiterada de nuestros amigos británicos (...) que están preparados para un acuerdo sobre este punto rápidamente. Pero necesitamos garantías reales para nuestra gente que vive, trabaja y estudia en el Reino Unido, y lo mismo para los británicos", añadió Tusk.
El texto aprobado subraya que esas garantías deben ser "efectivas, aplicables, no discriminatorias y completas e incluir el derecho a adquirir la residencia permanente tras un periodo continuado de cinco años de residencia legal".
Insiste además en que los ciudadanos deben poder ejercer sus derechos a través de procedimientos "ligeros y sencillos".
Tusk advirtió hoy a Londres de que "para alcanzar un progreso real, necesitamos una respuesta británica seria. Tan pronto como el Reino Unido ofrezca garantías reales, podremos llegar rápidamente a una solución".
También el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se refirió en rueda de prensa a la necesidad de que el Reino Unido dé "verdaderas garantías" de que va a respetar los derechos de los ciudadanos.
Indicó asimismo que el voto del "brexit" afecta a veces de manera "trágica" a los ciudadanos y que "hay que tomar en serio las preocupaciones de los afectados".
Por otra parte, los Estados miembros recalcaron su "unidad" sobre los principios que guiarán las futuras negociaciones, que comenzarán formalmente después de las elecciones británicas del próximo 8 de junio.
Sin embargo, el propio presidente de la CE reconoció que esa unidad corre el riesgo de resquebrajarse a la largo de la negociación.
"Las negociaciones serán difíciles y será complicado mantener la unidad que hemos sido capaces de construir hoy, pero haremos todo lo posible para retenerla", dijo Juncker.
Los Veintisiete dejaron hoy claro que la negociación se llevará a cabo "en fases", centrándose en una primera etapa en resolver "la desconexión del Reino Unido de la Unión" y en facilitar toda la claridad y certidumbre legal, en particular a los ciudadanos.
Una vez el Consejo Europeo considere que hay "progreso suficiente" en la primera fase de cara a "una retirada ordenada", se podrá pasar a la segunda, en la que se aspira a alcanzar un "entendimiento sobre el marco de la futura relación" entre los Veintisiete y Londres.
Como anexo a las directrices aprobadas, se incluyó a petición de Irlanda una declaración que deja claro que Irlanda del Norte pasaría a formar parte de la UE automáticamente en el caso de la eventual reunificación en ese país.
"Todo está relacionado con el Acuerdo del Viernes Santo, donde se dice con claridad que los seis condados (de Irlanda del Norte) permanecen en el Reino Unido hasta que sus habitantes decidan algo diferente por medios democráticos en un referéndum que solo podría convocar el ministro del Reino Unido para Irlanda del Norte", afirmó el primer ministro de Irlanda, Enda Kenny.
No obstante, recalcó que en la actualidad no se cumplen las condiciones necesarias para celebrar la votación.
RAJOY ABOGA POR LA UNIDAD
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, reclamó hoy unidad al resto de líderes de la UE ante la negociación con el Reino Unido para hacer efectivo el "brexit".
Rajoy apeló a esa acción unitaria en declaraciones a los periodistas a su llegada a la sede del Consejo Europeo para participar en la cumbre de los jefes de Estado o de Gobierno de la UE (excepto la primera ministra británica, Theresa May) que debe acordar las líneas de negociación del "brexit".
El jefe del Ejecutivo español dijo que las propuestas realizadas para la negociación por parte del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, "a España le valen" y espera que, por tanto, se mantengan tal y como están redactadas en este momento.
Aspecto esencial en esta negociación subrayó que debe ser que Europa se mantenga unida en este proceso.
NIEGA LÍNEAS ROJAS SOBRE GIBRALTAR PERO VE LÓGICO EL DERECHO DE VETO
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró hoy que España no pone "líneas rojas" a la negociación del "brexit" en lo que afecte a Gibraltar, pero consideró "muy razonable" que España cuente con derecho de veto al respecto.
Rajoy participó en Bruselas en el Consejo Europeo extraordinario que fijó los ejes de la negociación entre la Unión Europea (UE) y el Reino Unido y, en conferencia de prensa posterior, se mostró satisfecho con el hecho de que todos los socios comunitarios hayan avalado que todo acuerdo sobre Gibraltar debe contar con la anuencia de España.
"Es reconfortante porque lo que ahí se dice es lisa y llanamente una obviedad y discutir obviedades tiene poco sentido", añadió.
FUTURAS SEDES DE LA EMA Y LA EBA
Tusk y el jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, aprovecharán esta cita para pedir a los líderes que en junio fijen los criterios para elegir el nuevo destino de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que debe dejar Londres como consecuencia del 'Brexit' y que aspiran a acoger varias ciudades, entre ellas Barcelona.
Ambos han trabajado en una propuesta para llevar a cabo un proceso "transparente y objetivo" y que aporte "claridad" al camino para definir los criterios para elegir nueva sede y el calendario para llevar a cabo el traslado.
Tusk y Juncker aspiran a que en la cumbre de junio se acordaran los criterios de selección y ello permitiera decidir con celeridad la reubicación, algo que las fuentes consultadas ven poco probable que ocurra antes de octubre y que podría dilatarse hasta diciembre.
Con su divorcio del bloque, Reino Unido también perderá la sede de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), pese a que desde Londres se dio a entender en las últimas semanas que aspiraba a conservar las agencias.
"Las dos agencias actualmente instaladas en Reino Unido tendrán que mudarse, porque como agencias europeas no pueden estar en un Estado que no sea miembro de la UE", zanjan desde Bruselas.
Barcelona, que quedó segunda por detrás de Londres cuando se creó la EMA en 1992, vuelve a ser la candidata de España y deberá vérselas con otras aspirantes como Amsterdam (Países Bajos), Lille (Francia), Copenhague y Dublín.