Un extrabajador de la accidentada central nuclear de Fukushima ha presentado la primera demanda contra la compañía operadora por contraer cáncer a raíz de su exposición a una dosis excesiva de radiación, según recogen hoy los medios nipones.
Esta demanda presentada el martes por los abogados del extrabajador ante el tribunal de Sapporo (norte) es la primera que se basa en la supuesta relación entre un caso de cáncer y los trabajos en Fukushima tras la crisis nuclear de 2011, informó hoy el diario Mainichi.
El antiguo empleado de la planta, de 57 años de edad, reclama una indemnización de 65 millones de yenes (481.000 euros) a la operadora de la planta, Tokyo Electric Power (TEPCO), y a dos subcontratas de ésta encargadas de los trabajos en las instalaciones nucleares, señaló por su parte el periódico Asahi.
El hombre trabajó en la central de Fukushima Daiichi entre principios de julio y finales de octubre de 2011, meses después del accidente nuclear causado por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo del mismo año.
Su tarea era retirar escombros con máquinas, según consta en la denuncia, en la que estima haber recibido una dosis de radiación superior a los 100 microsieverts durante el citado período, y afirma que en ocasiones trabajó sin dosímetro (dispositivo que registra la radiación acumulada en el cuerpo).
Esto supondría que en cuatro meses superó el límite de radiación anual fijado por la normativa nipona para trabajadores de instalaciones nucleares, aunque el Gobierno decidió elevar el tope anual hasta los 250 microsieverts de forma excepcional durante la crisis de Fukushima.
Casi un año después de trabajar en Fukushima, al hombre se le detectaron tres casos independientes de cáncer en la vejiga, en el estómago y en el colon, según el Asahi.
Antes de presentar su demanda, el exempleado de la central reclamó una compensación por accidentes laborales que fue rechaza
da por la oficina de inspección laboral de la prefectura de Fukushima.
Por su parte, la operadora de la planta ha señalado que examinará la demanda y ofrecerá una respuesta adecuada.
Unas 7.000 personas trabajan a diario en las complicadas labores de desmantelamiento de la central y control de los residuos radiactivos, que tras ser golpeada por un terremoto y tsunami de 2011 causó la peor crisis nuclear de la historia desde la de Chernóbil (Ucrania) en 1986.