La coalición de centroderecha triunfó en la segunda vuelta de las municipales que se celebraron en Italia, con lo que arrebata al Partido Demócrata (Pd) ciudades históricamente vinculadas a la izquierda como Siena, Massa, Pisa e Imola. Cerca de tres millones de italianos estaban llamados ayer a las urnas para renovar 75 ayuntamientos en los que ningún partido obtuvo más del 50 % de los votos tras la primera vuelta del pasado 10 de junio.
De los 75 municipios, el centroderecha, formado por partidos como la Liga y Forza Italia logró hacerse con 28 de ellos, y el centroizquierda se impuso en 20 ayuntamientos, pero perdió ciudades consideradas bastiones de la izquierda.
Después de los pésimos resultados en la primera vuelta, el Movimiento 5 Estrellas (M5S) consiguió imponerse en cinco ayuntamientos, entre ellos Avellino e Imola, pero perdió en Ragusa, ciudad que había administrado en los últimos cinco años, donde se impuso Giuseppe Cassì, apoyado por Hermanos de Italia y una lista independiente.
Las elecciones, según los analistas, confirman de la crisis que atraviesa la izquierda y su principal formación, el Partido Demócrata, y de una victoria sobre todo de la ultraderechista Liga, que se encuentra gobernando el país junto con el M5S. En localidades de la región central de Toscana, históricamente de izquierdas, se impusieron candidatos de la Liga como Francesco Persiani que se impuso sobre el alcalde saliente del PD Alessandro Volpi en Massa.
En Pisa ha ganado el candidato del centroderecha, apoyado por Liga y Hermanos de Italia, Michele Conti, y en Siena se impuso también Luigi de Mossi, de la coalición conservadora. En Terni, en la región de Umbria (centro de Italia), donde el líder de la Liga y ministro del Interior, Matteo Salvini, había participado durante la campaña electoral, ganó su candidato, Leonardo Latini, por delante del de sus socios en el Gobierno, el M5S, Thomas De Luca.
La participación en esta segunda vuelta descendió hasta el 47,5 % respecto al ya bajo 67 % del 10 de junio. El PD tomó nota de su nueva derrota, tras las elecciones del pasado 4 de marzo, y Maurizio Martina, secretario general del partido tras la dimisión de Matteo Renzi, afirmó que "hay tanto que cambiar, comenzando por el lenguaje".
Mientras que el exministro Carlo Calenda advirtió que se está llevando al centroizquierda a "la irrelevancia" y que es necesario cambiar todo "desde las ideas, a las personas y la organización". "Históricas victorias de la Liga en ayuntamientos administrados por la izquierda desde hace decenios. Gracias. Cuanto más la izquierda nos insulta, más nos premian los ciudadanos", celebró Salvini en Twitter.