Al menos 62 personas murieron hoy por la represión del régimen sirio en varias zonas del país, especialmente en la provincia septentrional de Idleb, informaron los opositores Comités de Coordinación Local.
En Idleb, en la localidad de Kafr Eid, al menos 47 personas fallecieron aunque el número podría aumentar en las próximas horas como consecuencia del bombardeo del Ejército.
Por su lado, el presidente del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abdul Rahman, explicó a Efe que esta población y la de Al Fatira, también en Idleb, fueron escenario de duros enfrentamientos entre el Ejército sirio y grupos de disidentes, lo que causó la muerte y heridas a más de un centenar de desertores.
En esa misma provincia el Ejército continúa las operaciones de represión de la oposición y bombardeó hoy las zonas de Balyun y Al Mozra con artillería pesada, según el Observatorio.
Idleb, uno de los bastiones de la oposición, es actualmente escenario de enfrentamientos entre el Ejército y soldados disidentes.
Según los Comités, otras diez personas perdieron la vida en la provincia de Homs (centro), tres en Hama (centro) y dos en Alepo (norte).
Por otro lado, la agencia oficial de noticias siria, Sana, hizo hoy pública la aprobación de una ley que contempla la pena de muerte para quien distribuya armas con el objetivo de cometer atentados terroristas.
Además, la norma fija condenas de quince años de trabajos forzados para quienes roben armamento y a trabajos forzados de por vida para los que lo hagan con el objetivo de traficar o cometer actos terroristas.
El Gobierno del presidente sirio, Bachar Al Asad, sostiene que grupos terroristas son los responsables de la violencia que desde mediados del pasado mes de marzo sacude el país, mientras que la oposición al régimen contradice esta versión y denuncia la dureza de la represión del Ejército sobre los manifestantes.
Siria firmó ayer el protocolo propuesto por la Liga Árabe para enviar una delegación de observadores al país, donde, según la ONU, más de 5.000 personas han muerto desde que comenzaron las manifestaciones en contra del régimen a mediados del pasado mes de marzo.
Las monarquías del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) exigieron hoy a Siria que cese la violencia y retire las tropas de las ciudades del país, explicó el ministro de Exteriores saudí, príncipe Saud al Faisal.
En una rueda de prensa al término de la cumbre de jefes de estado del CCG en Riad, Al Faisal expresó su interés en que Damasco cumpla con la iniciativa de la Liga Árabe, que estipula el fin de la violencia, después de haber aceptado ayer el envío de observadores árabes a su territorio.
"Lo más importante que ha pedido la Liga Árabe es el cese inmediato de la violencia, la retirada de la maquinaria de destrucción y la liberación de presos", destacó el príncipe saudí, que agregó que Siria tendrá que aplicar estos puntos hasta cumplir con la iniciativa árabe completa "si tiene una intención veraz" de hacerlo.
Ayer, Siria firmó un documento propuesto por la Liga Árabe que permite el envío de una delegación de observadores al país encargada de proteger a los civiles y comprobar sobre el terreno la aplicación de la iniciativa árabe para solucionar la crisis que desde marzo ha dejado más de 5.000 muertos, según cifras de la ONU.
Ese plan, aceptado en principio por el régimen sirio el pasado 2 de noviembre, contempla el fin de la violencia, la retirada de las tropas de las ciudades, la protección de los civiles y el envío de 500 observadores internacionales, entre otros puntos que todavía no se han puesto en marcha.
El ministro de Exteriores saudí insistió en que Siria debe firmar el plan árabe después de haber aceptado finalmente el protocolo de observadores.
Durante la cumbre, los dirigentes de los países del Golfo acordaron dar ayudas a Yemen para que salga de su crisis después de que el presidente yemení, Ali Abdalá Saleh, suscribiera el pasado 23 de noviembre un plan propuesto por el CCG que estipulaba el traspaso de poder y la celebración de elecciones presidenciales.
Respecto a la posible adhesión de Marruecos y Jordania al CCG (compuesto por Arabia Saudí, Omán, Catar, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos y Baréin), el secretario general de esta rica alianza petrolera, Abdelatif al Ziani, se limitó a informar del acuerdo para crear un fondo de desarrollo para respaldar los proyectos en estos dos países.
Por otra parte, Al Ziani señaló que "Irak debe determinar rápidamente su política con los otros países de la región tras la salida de las tropas estadounidenses del país la semana pasada".