Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han comenzado este miércoles su reunión extraordinaria dedicada al crecimiento económico y en la que esperan articular una respuesta completa a la crisis, más allá de las recetas de austeridad aplicadas hasta ahora.
En esta cumbre informal, consistente en una cena, los líderes europeos no tienen previsto tomar decisiones definitivas, pero sí celebrar un debate de cara a la reunión formal de finales de junio. El nuevo presidente francés, François Hollande, se estrena hoy este tipo de reuniones de líderes de la UE y abogará por la creación de eurobonos, lo que choca con la oposición de la canciller alemana, Angela Merkel, y amenaza con romper el consenso franco-alemán de los últimos años.
Los Veintisiete dedicarán también parte de su discusión, que se desarrollará durante una cena informal, a las cuestiones más acuciantes de la zona del euro como la inestabilidad política en Grecia y los problemas del sistema bancario en España.
El jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, que tuvo en París un almuerzo de trabajo con Hollande, no quiso hacer declaraciones a su llegada a la reunión de Bruselas, pero en la capital francesa recalcó que "a fecha de hoy" no prevé acudir al fondo europeo de rescate para recapitalizar a los bancos que estén en dificultades.
"Hay otros instrumentos más rápidos para resolver los problemas de financiación o liquidez de los bancos", afirmó Rajoy, en referencia a una posible intervención directa del Banco Central Europeo (BCE).
Los líderes europeos tienen previsto respaldar hoy los llamamientos de Rajoy, aunque no de forma explícita para no cuestionar la independencia del BCE, según indicaron fuentes diplomáticas.
El presidente francés es partidario de permitir a los bancos que precisen la ayuda del fondo europeo que puedan obtenerla "sin pasar por los Estados", lo que constituirá una de sus propuestas en la reunión de esta noche.
Otra de las opciones sobre la mesa es la de conceder una licencia bancaria al fondo permanente para que tenga acceso a los recursos del BCE, una posibilidad que lleva meses en discusión.
Entre las fórmulas para relanzar el crecimiento se barajan la emisión de bonos para financiar proyectos de construcción de infraestructuras, aumentar la capacidad del Banco Europeo de Inversiones (BEI) o redirigir fondos estructurales.
La emisión de deuda conjunta o eurobonos, que quiere impulsar Francia cuenta, en cambio, con el rechazo frontal de Alemania, lo que no impedirá que el asunto sea tratado por los líderes europeos.
La canciller alemana, Angela Merkel, subrayó a su llegada al encuentro que los eurobonos "no contribuyen a reactivar el crecimiento" y recordó que a día de hoy los tratados europeos no contemplan la opción.
Su mensaje lo secundaron varios jefes de Estado y de Gobierno antes del comienzo del encuentro, principalmente del norte de Europa, como Suecia y Finlandia. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, abrió la reunión pidiendo un debate "franco, pero con un fuerte deseo de llegar a compromisos".
El político belga apeló a avanzar de cara a tomar decisiones en junio, y aseguró que hoy Europa puede "abrir una perspectiva de esperanza que es esencial para todos los ciudadanos". En cuanto a Grecia, se espera que los líderes insten hoy a Atenas a formar rápidamente un gobierno que aplique el plan de ajustes y las reformas acordadas, y se comprometerán a salvaguardar la estabilidad financiera y la "integridad" de la eurozona.
La dudas sobre el futuro de Grecia y su continuidad en el euro provocaron hoy una caída generalizada en las bolsas de todo el mundo, que echó por tierra la recuperación lograda víspera.