Los incendios forestales en Australia han empeorado en el este del país, donde hay zonas con llamas de hasta 40 metros de altura, y han mejorado en sur y sureste gracias a un descenso de las temperaturas, informan los medios locales.
El estado de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney, combate este domingo unos 90 incendios, siendo los más peligrosos los de la parte sur, en el bosque estatal de Murraguldrie, según la emisora ABC.
El subdirector del Servicio Rural de Bomberos, Rob Rangers, expresó su preocupación por el número creciente de fuegos que aparecen.
En la aldea de Carabost, rodeada de pinares y bosques, las llamas avanzan sin control desde el sábado por la tarde, algunas con alturas de hasta 40 metros, y han calcinado tres viviendas, y otras cinco en los alrededores del cruce de las carreteras de Billabong y Tumbarumba.
En el estado de Victoria, al sur del de Nueva Gales del Sur, la intensa ola de calor ha remitido y facilita el labor de los bomberos, cuando los fuegos llevan destruidas diez casas y 130.000 hectáreas de terreno, además de matar o obligar a sacrificar a miles de ovejas.
El comisionado Craig Lapsley, del Servicio de Bomberos de Victoria, consideró el resultado bueno dadas las circunstancias, tras "grandes incendios que han quemado 100.000 hectáreas (de terreno) básicamente en dos días".
En Melbourne, la capital de Victoria, se disputa estos días el Abierto de Australia de tenis y, debido a la intensa ola de calor sufrida, los organizadores han tenido que cancelar partidos y mover otros en pistas cubiertas.
En el estado de Australia del Sur, la condiciones climatológicas también han mejorado, cuando las llamas han calcinado 15 viviendas y miles de hectáreas de terreno.
Otros incendios preocupantes hoy para el Servicio de Bomberos son los de Barossa Valley y Bangor.
El año 2013 fue declarado el año más caluroso de Australia, país donde la temperatura media ha aumentado en 0,9 grados centígrados desde 1910.
El organismo independiente de la Comisión del Clima ha advertido de que las olas de calor en Australia serán más frecuentes, más fuertes y durarán más tiempo, y vinculó este fenómeno al cambio climático.