Los políticos holandeses intentaron hoy solucionar el entresijo de la formación de gobierno ampliando horizontes a partidos ideológicamente incompatibles, mientras que el ultraderechista Geert Wilders exigió una coalición de derechas que permita sacar adelante una dura política migratoria.
"La hora del recreo ha terminado. Designemos a los tres principales partidos la búsqueda de una mayoría (parlamentaria)", insistió hoy Wilders, líder del Partido de la libertad (PVV), en un intento de estar en el Ejecutivo, algo que de momento descartan todos sus rivales.
Wilders exigió buscar un acuerdo mutuo de su grupo parlamentario (que tiene 20 diputados) con el liberal VVD y Llamada Democristiana (CDA), y pidió nombrar a tres diferentes mediadores para negociar, y no solo a la liberal Edith Schippers.
El populista holandés consideró "una vergüenza" que los partidos se estén excluyendo mutuamente, y advirtió de que "hay grandes problemas que resolver" en Holanda.
Por su parte, Schippers habló hoy con varios líderes de los partidos, en un intento de romper el estancamiento de la formación, aunque lamentó la "falta de compromiso" que pone al país ante un gobierno minoritario como única opción.
Pidió a los partidos que salgan de su "zona de confort" y muestren "lo que están dispuestos a hacer" para que Holanda tenga pronto un Gobierno.
Todas las coaliciones importantes que el primer ministro Mark Rutte quisiera formar, manteniéndose siempre unido a los progresistas del D66 y CDA, ya han sido bloqueadas por otros partidos.
Los progresistas de D66 y Unión Cristiana no acceden ni a sentarse a una mesa de negociación porque consideran que sus diferencias son insuperables y que no tiene sentido intentarlo.
Mientras, el diálogo con la Izquierda Verde (GroenLinks) fracasó después de dos meses por diferencias en cuanto a la política migratoria, aunque muchos siguen teniendo la esperanza de que vuelvan a la mesa de negociaciones.
"Cuando VVD, CDA y D66 rompan su cooperación, es cuando habrá otras posibilidades", dijo hoy el líder de los verdes, Jesse Klaver.
El VVD quiere negociar con CDA y D66, que sumarían 71 diputados en el Parlamento, mientras busca un cuarto apoyo alternativo para alcanzar los 76 escaños necesarios y obtener la mayoría que permita sobrevivir al Ejecutivo los próximos años.
Por ello, Klaver explicó a Schippers que una de sus opciones sería negociar con ellos, solo en caso de que estos dos acepten moverse hacia la izquierda, lo cual ya se mostró imposible cuando se trata de inmigración y refugiados.
"Mientras no haya movimiento de otros (partidos), no nos sentamos a 'comer'", advirtió, en un mensaje a Rutte, el primer ministro y líder del partido más grande de los Países Bajos.
El líder del VVD respondió a esa petición de Klaver para decirle que una formación con los verdes "ya está descartada" después del primer intento.
El diario AD dice hoy que Rutte, al que la prensa holandesa ha bautizado como "el mago Houdini", en referencia al célebre ilusionista y escapista austríaco, deberá poner en marcha su "capacidad de rescatarse siempre a sí mismo de cualquier problema para encontrar una solución a la atascada" negociación de gobierno.
El laborista PvdA, con el que Rutte gobierna ahora en coalición, podría ser uno de esos apoyos que necesita, pero los socialdemócratas han dejado claro que no quieren estar en el futuro Ejecutivo tras el batacazo electoral que sufrieron el pasado 15 de marzo.
El apoyo de PvdA a las medidas de austeridad y al tratado de cooperación entre Ucrania y la Unión Europea, rechazado en referéndum por el 61 % de los holandeses, pasó factura en las urnas a los laboristas, que perdieron 29 escaños en los comicios.
Por su parte, los políticos del Partido Socialista (PS) han dicho que solo negociarían con partidos de izquierdas, y descartaron a Rutte como futuro primer ministro o a los liberales como socios de gobierno.
Unión Cristiana se mantiene al margen tras dejar claro que no tiene intención de ceder en sus políticas contra la eutanasia para personas mayores, el cultivo del cannabis, o el registro de donación de órganos.
Lograr un acuerdo de gobierno antes de verano es importante para que el Parlamento pueda debatir y aprobar los presupuestos generales el próximo mes de septiembre.