Las autoridades turcas han detenido en la última semana a más de 2.000 personas, en el marco de operaciones antiterroristas, informa hoy el Ministerio de Interior turco en un comunicado hecho público en su web.
La mitad de los sospechosos, en concreto 999 personas, fueron detenidos en 230 diferentes operaciones contra una "organización terrorista separatista", término con el que las autoridades turcas se refieren al proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía.
Otras 966 personas fueron detenidas en operaciones contra la cofradía del predicador exiliado Fethullah Gülen, a la que el Gobierno turco acusa de haber instigado el fallido golpe de Estado de julio pasado, denominándola "Organización terrorista Fethullah Gülen (FETÖ).
Además, 28 personas fueron arrestados por supuestos lazos con organizaciones de ultraizquierda y otras 70 por sospechas de vínculos con el Estado Islámico (Dáesh, en sus siglas en árabe), dentro de las operaciones contra "combatientes extranjeros", es decir, foráneos que intentan acudir a la milicia yihadista en Siria a través de Turquía.
Son cifras ligeramente superiores a las habituales, ya que desde inicios del año, la policía ha detenido todas las semanas a entre 1.000 y 1.800 personas bajo acusaciones de terrorismo.
Bajo el actual estado de emergencia, instaurado tras la fallida intentona golpista, los detenidos pueden pasar una semana en detención policial antes de ser acusados de un delito o liberados, si bien en casos de sospecha de terrorismo, este periodo se puede prorrogar.
En los meses anteriores, una media constante del 10 por ciento de los detenidos por vínculos con el PKK ha pasado a prisión preventiva, mientras que las cifras han variado más en el caso de los acusados de pertenecer a la cofradía gülenista, del 50 por ciento en enero hasta el 5 por ciento en las últimas semanas