El Senado italiano aprobó el proyecto de ley que reconoce las uniones civiles entre personas del mismo sexo, tras semanas de intensos debates que han generado divisiones tanto fuera como en las filas del Gobierno. El proyecto de ley fue aprobado con 173 votos a favor y 71 en contra, y ahora continuará su tramitación parlamentaria en la Cámara de los Diputados.
El documento de ley lleva el nombre de la senadora Monica Cirinná, del Partido Demócrata (PD), impulsora de esta iniciativa, e inicialmente contemplaba el reconocimiento legal de las uniones civiles de los homosexuales y la posibilidad de adoptar a los hijos biológicos del otro miembro de la pareja.
Además, establecía otros derechos y deberes, como el de fijar un domicilio conjunto, elegir un apellido común, acompañar a la pareja en caso de asistencia por enfermedad, conceder su nacionalidad o el compromiso de mantenerse fieles.
Sin embargo, desde que comenzara su tramitación parlamentaria el pasado 2 de febrero, el documento ha sufrido modificaciones respecto al original, debido a las fuertes divisiones que se han generado tanto entre la oposición como entre los miembros del Gobierno del primer ministro italiano, Matteo Renzi.
Finalmente, el texto que se ha votado en el Senado no reconoce el derecho de adopción de los hijos naturales del otro miembro de la pareja, uno de los puntos más polémicos, pues voces contrarias alegaban que podía incentivar la gestación subrogada.
Tampoco incluye mención al compromiso de mantenerse fieles, una modificación de última hora que responde a la voluntad de que no se generen confusiones entre estas uniones y el matrimonio entre un hombre y una mujer. El documento ha sido sacado adelante con los votos del PD de Renzi y también con el apoyo de su socio en el Ejecutivo, la formación conservadora Nuevo Centroderecha (Ncd), liderada por Angelino Alfano.
Alfano, ministro del Interior de Italia, afirmó ayer miércoles que su grupo "no rechaza los derechos de los homosexuales, aunque sí es contrario a las adopciones y a la equiparación de sus uniones con el matrimonio". La aprobación del documento ha generado rechazo en las filas de grupos conservadores como Forza Italia o Liga Norte, y también entre los defensores de la familia tradicional.
El responsable del Día de la Familia, que se celebró el pasado 30 de enero en Roma, Massimo Gandolfini, lamentó que Italia vaya a legalizar una ley que implica, a su juicio, "peligrosas comparaciones con el matrimonio católico". Tampoco ha contentado a los defensores de los derechos del colectivo LGBT que, en una manifestación frente al Senado celebrada el miércoles, alegaron que es discriminatoria e insuficiente.