El Papa Francisco ha sugerido este martes en su encuentro con refugiados en la sede italiana del Servicio Jesuita a los Refugiados que los conventos vacíos sirvan para acoger a refugiados.
"Queridos religiosos y religiosas, los conventos vacíos no sirven a la Iglesia para transformarla en albergues y ganar dinero. Los conventos vacíos no son nuestros, son para la carne de Cristo que son los refugiados. El Señor llama a vivir con generosidad y coraje la acogida en los conventos vacíos", ha precisado.
Es cierto, según ha añadido, que "no es algo fácil" sino que se necesita "criterio y responsabilidad" pero, sobre todo, según ha remarcado, "se requiere también coraje".
En un mensaje en el que ha destacado la importancia de servir y defender a los pobres, reconociéndolos como personas y ayudándoles a salir de su situación no solo ofreciéndoles un sandwich, se ha dirigido especialmente a la propia Iglesia para que la acogida a los necesitados y la promoción de la Justicia no se deje solo en manos de 'especialistas' sino que impregne "toda la pastoral" así como la formación de los futuros sacerdotes y religiosos, el empeño de todas las parroquias y movimientos.
El Papa ha recordado el "difícil, agotador, incluso violento" viaje por el que pasan los refugiados, "sobre todo, las mujeres, las madres" que "lo soportan para asegurar un futuro a sus hijos y una esperanza de vida diferente para ellos y sus familias". Por ello, ha instado a las ciudades que les acogen a esforzarse en permitir a estas personas "recuperar una dimensión humana, empezar a sonreir".