El presidente de EEUU, Barack Obama, lamentó hoy el fallo del Tribunal Supremo, que empató en su decisión sobre las medidas migratorias emitidas por el mandatario y dejó en el limbo a casi cinco millones de inmigrantes indocumentados.
"El hecho de que el Supremo no pudiera tomar una decisión en este caso (...) nos aleja del país al que aspiramos convertirnos", afirmó Obama en una declaración en la sala de prensa de la Casa Blanca en la que dijo que "esta decisión rompe el corazón de millones de inmigrantes que han construido sus vidas aquí".
En todo caso, Obama, descartó volver a actuar por su cuenta, por medio de decretos ejecutivos, para regular el sistema migratorio del país durante el tiempo que le queda en el poder y dijo que le corresponde actuar al Congreso, por lo que confió en que el tema cobre fuerza en la campaña para las elecciones de noviembre.