El presidente de EE.UU., Barack Obama, instó a los jóvenes a "luchar por el cambio y el progreso" y rechazar el "cinismo y pesimismo" a fin de resolver los problemas a los que se enfrenta el mundo. En su segundo día de visita al Reino Unido, Obama, celebró una sesión de preguntas y respuestas con una audiencia formada por 500 jóvenes en el centro de la capital británica.
"Estoy aquí para pediros que rechacéis la noción de que hay fuerzas que no podemos controlar. Como dijo (el fallecido presidente de EE.UU.) John Fitzgerald Kennedy: nuestros problemas han sido fabricados por el hombre y el hombre puede resolverlos", afirmó.
Un Obama muy cercano y relajado abordó, en tono positivo, varios asuntos de interés para los congregados, que no estuvieron interesados en el referéndum que se celebrará el próximo 23 de junio sobre la permanencia o la salida del Reino Unido de la UE y sí, en cambio, en temas como el cambio climático, las desigualdades o los derechos de la comunidad lésbica, gay, bisexual y transexual (LGBT).
En su intervención, admitió que "la seguridad" y los esfuerzos por prevenir atentados terroristas en su país y en el Reino Unido es "uno de sus grandes desafíos" y una de sus "máximas prioridades".
Con relación a ese tema, Obama observó que "hay unos pequeños grupos que han pervertido el Islam" y que los "grandes aliados" de su país a la hora de erradicar los extremismos son "aquellos musulmanes norteamericanos que históricamente se han integrado en la sociedad".
El respeto en el lenguaje empleado con relación a los musulmanes y a las diferentes creencias religiosas de cada ciudadano son "asuntos de seguridad", observó. En otro momento del acto, preguntado por cuál será su legado como presidente, Obama admitió que no podría responder a esa cuestión hasta dentro de unos diez años, aunque consideró que durante su mandato ha sido "fiel a sí mismo".
Entre algunos de los logros de los que se siente "orgulloso", el presidente mencionó, por ejemplo, los cambios introducidos en el sistema sanitario estadounidense, o "salvar a la economía mundial de una gran depresión".
El proceso de paz de Irlanda del Norte, que Obama consideró "inspirador" para países como Colombia, o el estado de las negociaciones entre su Gobierno y la UE sobre un acuerdo comercial fueron otros asuntos de interés para la audiencia que, en cambio, no tocó el tema del próximo referendo europeo del 23 de junio.
Sobre el tratado transatlántico de libre comercio e inversiones, conocido como TTIP, que la UE ambiciona cerrar con EE.UU., el político consideró que aún existen "barreras" debidas a los particulares "intereses" de cada país.
"Si conseguimos hacerlo, (el TTIP) creará millones de empleos y de dólares y generará beneficios a ambos lados del Atlántico, pero lograr acuerdos comerciales es difícil, porque cada país tiene sus propios intereses y facciones", explicó.
Durante la jornada, Obama se reunió también con el líder del opositor Partido Laborista, Jeremy Corbyn, con quien departió sobre desigualdad y pobreza, "los desafíos tras las sociedades post-industriales y el poder de las corporaciones globales" y "el creciente uso de la tecnología en todo el mundo y sus efectos", según desveló el político inglés a los medios locales.
En su charla, rozaron "muy brevemente" -según Corbynb- el debate sobre el "brexit", un asunto controvertido que centra desde hace meses la actualidad en el Reino Unido, y sobre el que los dos se mostraron partidarios de que este país siga en los Veintiocho. Después de departir con Corbyn, Obama aprovechó para unirse a Cameron para jugar al golf en las pistas de The Grove, en el condado de Hertfordshire.
Otro de los compromisos de su paso por Londres, incluyó la visita de los Obama esta mañana al teatro londinense Globe, donde presenció las actuaciones de escenas de "Hamlet" de William Shakespeare, con motivo de las conmemoraciones de este fin de semana en el Reino Uniodo por el 400 aniversario de la muerte del dramaturgo.
Estos actos se celebraron un día después de que Obama pidiera a los votantes británicos que respalden la opción de la permanencia a la Unión Europea (UE), un enorme espaldarazo para Cameron y los partidarios de la continuidad, y advirtiera que, de no hacerlo, este país podría "quedarse a la cola" a la hora de alcanzar acuerdos comerciales con su Gobierno.
Esos comentarios no han caído bien en el campo partidario del "brexit", desde donde algunos políticos tories euroescépticos han considerado que son "irrelevantes", que constituyen "amenazas insignificantes" y obedecen a una manipulación de Downing Street para ayudar a su "viejo amigo" Cameron.
El alcalde de Londres, Boris Johnson, abanderado de los partidarios del "brexit", opinó hoy que el discurso esgrimido por Obama en este sentido es "inconsistente".
Obama volverá a reunirse esta noche con Cameron con motivo de la celebración de una cena privada que le ofrece el embajador de EE.UU. en este país antes de marcharse mañana a Alemania, donde se reunirá con la canciller alemana, Angela Merkel.