La OTAN investiga los supuestos casos de falta de auxilio a inmigrantes en el Mediterraneo

  • Según The Guardian, unidades militares europeas y de la Alianza habrían hecho caso omiso de sus peticiones de socorro
  • Unos sesenta inmigrantes africanos, procedentes de Libia habrían muerto en el Mediterráneo
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Portaaviones francés |afp

La OTAN está investigando el supuesto incidente denunciado por algunos inmigrantes indocumentados procedentes de Libia acerca de que unidades militares europeas y de la Alianza habrían hecho caso omiso de sus peticiones de socorro. Como consecuencia, unos sesenta inmigrantes africanos habrían muerto en el Mediterráneo, según informa hoy el diario británico The Guardian, que se basa en declaraciones de los supervivientes, a los que las corrientes devolvieron de nuevo a Libia. "Estamos intentando verificar" la información, dijo una portavoz de la organización, quien añadió que se investiga qué unidades navales pudieron estar en la zona a finales de marzo, cuando la embarcación en la que viajaban los inmigrantes sufrió una avería.

Los buques de la Alianza "son conscientes de sus obligaciones de salvaguardar vidas en el mar", recalcó. La portavoz aseguró que todos los buques militares, incluyendo los de la OTAN, están sujetos al derecho marítimo internacional, una de cuyas bases es la obligación de todos los barcos de atender las llamadas de socorro de los barcos que se encuentran en las proximidades y a prestar auxilio.

En este sentido, recordó que unidades navales de la Alianza Atlántica salvaron a finales de marzo a dos embarcaciones en apuros con inmigrantes procedentes de Libia, que llevaban unos 300 y 210 pasajeros a bordo.

Segun informa hoy el diario londinense The Guardian, decenas de inmigrantes africanos murieron en el Mediterráneo a bordo del barco en el que viajaban al hacer caso omiso unidades militares europeas y de la OTAN de sus peticiones de socorro.

El barco, que llevaba a bordo a 72 pasajeros, incluidos mujeres, niños y refugiados políticos, sufrió una avería a finales de marzo tras dejar el puerto libio de Trípoli con dirección a la isla italiana de Lampedusa.

A pesar de las señales de alarma enviadas a la guardia costera italiana y de que el barco logró contactar con un helicóptero y un buque de guerra de la OTAN, nadie trató de rescatar a sus ocupantes, denuncia el diario británico.

Sólo once personas que viajaban en el barco, que estuvo a la deriva en alta mar durante dieciséis días, lograron sobrevivir. "Cada mañana, al despertarnos, encontrábamos más cadáveres, que dejábamos a bordo veinticuatro horas antes de arrojarlos al mar", relató al periódico Abu Kurke, uno de los supervivientes.

La información del diario británico menciona que un portaaviones vio al buque, sin auxiliarlo, y que podría ser el francés "Charles de Gaulle", la única unidad militar de ese tipo en el Mediterráneo occidental en esos momentos.

El derecho marítimo internacional obliga a todos los buques, incluidos los militares, a atender las llamadas de socorro de los barcos que se encuentran en las proximidades y a prestar auxilio.

Las organizaciones defensoras de los derechos de los refugiados han exigido una investigación de lo ocurrido y la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) han solicitado mayor cooperación para salvar vidas entre los buques comerciales y militares que surcan las aguas del Mediterráneo.

El padre Moses Zerai, un cura eritreo residente en Roma y que dirige la organización para los derechos de los refugiados Habeshia, fue una de las últimas personas que estuvo en comunicación con el barco antes de que se agotasen las baterías de su teléfono por satélite. "Ha habido una abdicación de responsabilidad que ha resultado en la muerte de más de sesenta personas, niños incluidos. Ello constituye un crimen, un crimen que no puede quedar impune sólo porque se trataba de inmigrantes africanos y no de turistas de un crucero", denunció el sacerdote.