El cantante Michel Martelly se convertirá en el próximo presidente de Haití, tras divulgarse hoy los resultados de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y legislativas del empobrecido país caribeño, devastado por recientes desastres naturales y una inestabilidad política de años.
Martelly, conocido popularmente como "Sweet Micky", obtuvo el 67,57% de los sufragios emitidos el 20 de marzo pasado, frente al 31,74% de la exprimera dama Mirlande Manigat, una intelectual que quedó en primer lugar en la primera vuelta de las elecciones. Tras conocer los resultados electorales, pendientes de confirmación el 16 de abril, Martelly, quien asegura que su proyecto presidencial representa el sueño de muchos haitianos, dijo que el triunfo no fue suyo, sino del pueblo, según la página digital de la emisora Radio Kiskeya.
El candidato de la formación Respuesta Campesina sustituirá en mayo próximo a René Préval, el único presidente democrático haitiano que completó dos períodos de gobierno de cinco años, ya que ejerció por primera vez el
La proclamación de los resultados desencadenó de inmediato un estallido de júbilo en numerosos barrios de la capital, Puerto Príncipe, donde se escucharon disparos y se lanzaron fuegos artificiales para festejar el triunfo del cantante, y se pudo observar a muchos jóvenes por las calles vestidos con camisetas de color rosa, el utilizado por Martelly durante la campaña electoral.
MILES DE PERSONAS EN LA CELEBRACIÓN
Miles de personas salieron a las calles para celebrar la victoria de Martelly, conocido también como "Tet Kale" ("cabeza rapada" en creole, lengua oficial de Haití junto al francés). Muchos de los manifestantes portaban fotos de Martelly y preferían gritos de alegría por la victoria de camino hacia Champ de Mars, la gran plaza donde se ubica el casi derruido Palacio Presidencial, hoy convertida en campamento para los afectados del terremoto de enero de 2010.
A su paso frente a la sede de la Radio Television Caraibes, que durante la campaña adoptó una posición considerada contraria a Martelly, la Policía tuvo que reforzar su presencia para asegurar la protección del edificio. Los manifestantes pidieron que Martelly juzgue a Préval por toda la miseria en la que malviven miles de haitianos, en particular los habitantes de los campamentos de desplazados por el terremoto, donde se calcula que siguen unas 850.000 personas.
La culminación del proceso electoral en Haití supone el comienzo de la reconstrucción de la nación, desolada por el sismo del 12 de enero de 2010 que causó más de 316.000 muertos, más de 300.000 heridos y 1,5 millones de damnificados, muchos de los que aún permanecen en precarios campamentos y duermen bajo carpas y tiendas de campaña. A este panorama de destrucción se agregó desde octubre pasado los estragos de una epidemia de cólera con un saldo de casi 5.000 muertes y más de 260.000 personas afectadas.
Martelly, de 50 años, dijo en diferentes oportunidades durante la campaña electoral que en su Gobierno habría cabida para "todos los haitianos".El cantante y músico, sin experiencia previa de Gobierno, presentó a los haitianos un mensaje de cambio que fue bien acogido por sus compatriotas, como lo demuestran los 716.986 votos que sumó a su causa, frente a los 336.747 de Manigat, candidata del Reagrupamiento de los Demócratas Nacionales Progresistas.
La victoria de Martelly fue anunciada con datos preliminares por el Consejo Electoral Provisional (CEP). El triunfo del cantante pone término a un convulsionado proceso elecciones que incluyó la creación de una comisión especial de la Organización de Estados Americanos (OEA), que revisó el resultado de los resultados de la primera vuelta y recomendó la exclusión de la segunda ronda del candidato oficialista Jude Celestin.
Celestin había escoltado a Manigat en la primera vuelta de las votaciones, pero las denuncias de fraude encabezadas por el propio Martelly motivaron la creación del organismo especial de la OEA, que recomendó que éste disputara la presidencia con la exprimera dama.
Además de los problemas económicos y sociales, Martelly deberá enfrentar una nueva realidad política en Haití, ya que el exdictador Jean-Claude Duvalier regresó al país en enero pasado, y lo propio hizo el expresidente haitiano Jean-Bertrand Aristide, en marzo último.