La canciller alemana, Angela Merkel, detalló hoy su plan de futuro para una Unión de la Estabilidad, con un comisario capaz de vetar presupuestos nacionales y un Parlamento Europeo que no tenga que votar en pleno asuntos que sólo conciernen a algunos de sus miembros. La jefa del Ejecutivo alemán desgranó su plan de reformas de la Unión Europea (UE), avanzado esta semana por su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, en la declaración de Gobierno ante el Bundestag (cámara baja) que precedió a su viaje a Bruselas, donde la canciller participa hoy y mañana en el Consejo Europeo.
Merkel apostó por aumentar las competencias del comisario europeo de Asuntos Monetarios y Económicos para que pueda vetar presupuestos nacionales y por que en el Parlamento Europeo las cuestiones relativas a la eurozona las discutan y voten solamente los europarlamentarios de los 17 países que comparten la divisa, y no los 27 de la UE.
"Así Europa no avanza", dijo Merkel en relación a la situación actual, en la que hay problemas que no se resuelven porque algunos Estados se niegan a afrontarlos.
La canciller reiteró la apuesta de su Gobierno por reforzar el "nivel comunitario", por ahondar la unión fiscal y financiera -en la que se incluye la denominada unión bancaria- y por coordinar las políticas económicas.
Además, Merkel aplaudió en su discurso los esfuerzos de Grecia, su "voluntad de cambio", y aseguró que desea que el país heleno permanezca en la eurozona porque, "a pesar de las dificultades", es lo mejor "para Grecia y para la Unión Europea".
La jefa del Gobierno alemán destacó también que la eventual decisión de pedir o no el rescate por parte de España corresponde "exclusivamente" al Gobierno de Mariano Rajoy. La canciller señaló que son por todos conocidas las condiciones, los programas de reformas y ajustes, que conlleva la asistencia financiera del permanente Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
"La mayor parte de los problemas están en casa y, por eso, deben resolverse en esas mismas casas", apostilló Merkel, instando a los gobiernos nacionales a atajar ellos mismos las causas de la crisis y no esperar una solidaridad sin condiciones por parte del resto de países miembros de la UE.
"La solidaridad va de la mano de las condiciones para aquellos estados que la requieren", recordó la canciller.