La "crisis de la explanada de las mezquitas" puede convertirse en el inicio de una nueva intifada en Israel. Tres palestinos han muerto, y unos 400 han resultado heridos, 19 de bala según la Media Luna Roja, en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelies.
Los palestinos exigen la retirada de los arcos de seguridad colocados en los accesos de la explanada tras el asesinato de dos policías hebreos.
Más de 3.000 policías y cinco batallones del Ejército intentaron cumplir la orden de dejar pasar a la explanada solo a las mujeres y a los varones mayores de 50 años para la oración del viernes.
Miles de palestinos rezaron fuera de las murallas de la Ciudad Vieja. Al terminar, comenzaron los enfrentamientos.
Las autoridades palestinas están convencidas de que Israel quiere hacerse con el control de la zona de las mezquitas, segundo lugar más sagrado del Islam.
Por otro lado, tres israelíes han sido asesinados a cuchilladas en Cisjordania por un palestino que fue abatido. Una cuarta persona ha resultado herida de gravedad.
El gabinete de Netanyahu, reunido de urgencia, asegura que Israel está decidido a mantener la libertad de acceso a los lugares santos. No ha servido de mucho. El presidente palestino, Mahmud Abas, ha suspendido toda la comunicación con Israel. El movimiento islamista Hamas ha celebrado el asesinato de los tres israelíes.