La capital libia, Trípoli, vive hoy una jornada de huelga general, que debe extenderse hasta el martes próximo, en señal de duelo por las 43 personas muertas en la sangrienta manifestación del pasado viernes.
El consejo local de Trípoli lanzó ayer el llamamiento a una huelga general de tres días, durante los cuales se volverá a exigir la marcha de las milicias armadas establecidas en la capital.
El paro afecta a todas las actividades de la ciudad, a excepción de algunos sectores como los hospitales, las farmacias o las gasolineras.
"Se trata de una forma de desobediencia civil. Las milicias armadas deben irse de la ciudad y dejar que los ministerios de Defensa e Interior cumplan sus tareas", dijo a Efe Sadat al Badri, presidente del Consejo.
NUEVOS ENFRENTAMIENTOS
El pasado viernes, cientos de habitantes de Trípoli se manifestaron pacíficamente para reclamar la salida de las milicias armadas de la capital, pero al llegar junto a la sede de uno de esos grupos fueron atacados con disparos.
Los enfrentamientos posteriores entre milicianos y civiles armados se saldaron con 43 muertos y 460 heridos.
Ayer, las miles de personas reunidas en los funerales de las víctimas denunciaron la incapacidad del Gobierno de asumir sus responsabilidades y reclamaron la salida de las miclias y el fin de la libre circulación de armas en el país.
