La precandidata a la Presidencia estadounidense Hillary Clinton aseguró en Miami (Estados Unidos) que el embargo solo ha "fortalecido" al régimen castrista, en un desafío a los candidatos republicanos de Florida, renuentes a cesar el castigo económico de 55 años a la isla caribeña.
"Hay que acabar con el embargo a Cuba para siempre", pidió al Congreso estadounidense la aspirante a las primarias demócratas en una ciudad donde vive gran parte del exilio cubano y que tiene en los precandidatos republicanos Jeb Bush y Marco Rubio, los más fuertes oponentes al restablecimiento de relaciones con Cuba.
Clinton reconoció el "escepticismo" de algunos y el sufrimiento por la separación de familias cubanas, pero aseguró que el actual compromiso del Gobierno de Estados Unidos con la isla "no es un regalo, sino una amenaza" para el régimen castrista.
La ex primera dama expresó que los únicos que rechazan la nueva era de relaciones entre ambos gobiernos son los "radicales", y señaló que "desafortunadamente la mayoría de los candidatos republicanos" están alineados con ellos.
En su discurso, Clinton incluso señaló que, de llegar a la Presidencia, decretaría medidas unilaterales que permitan que más estadounidenses, entre ellos muchos de origen cubano, viajen a la isla, en caso de que persista la renuencia del Legislativo de terminar la presión económica a Cuba.
En respuesta, Rubio, senador por Florida de origen cubano, consideró un "error" la petición de la demócrata al Congreso, mientras que Bush señaló que era "insultante" hacerlo en Miami, ciudad que "se ha convertido en el hogar y refugio de millares de víctimas de Castro".
El exgobernador de Florida, hijo y hermano de expresidentes estadounidenses, la acusó de una "retirada en la lucha por la democracia en Cuba" a cambio de nada por parte del régimen en La Habana.
El fin al embargo, no obstante, constituiría un significativo avance del gobierno de Barack Obama en su acercamiento a Cuba, que ya ha flexibilizado ciertas restricciones viajes, remesas y comercio a la isla, la ha sacado de la lista de países patrocinadores de terrorismo y ha reabierto las embajadas en ambas naciones.
No obstante, para la congresista cubanoamericana Ileana Ros-Lehtinen, una fuerte opositora a la normalización de ambos países, es una "ingenuidad" de Clinton creer que el "embargo ha sido el impedimento para traer a la isla al siglo XXI".
"Es el embargo de Fidel y Raúl Castro contra el pueblo de Cuba y la negación de la libertad, la democracia y los derechos humanos el que ha impedido el progreso", aseguró en un comunicado.
De igual forma, el diario The Miami Herald cuestionó en su editorial que "Cuba no se ha ganado el fin del embargo". Sin embargo, Clinton aplaudió durante su discurso en la Universidad Internacional de Florida (FIU) que cada vez son más los republicanos en el Congreso estadounidense apoyan revocar las sanciones económicas a la isla.
Un 72% de los estadounidenses está de acuerdo con el fin del embargo, según un análisis de la semana pasada del centro de estudios Pew, que además mostró un 56% de apoyo entre republicanos y un 83% entre demócratas.
La que ha sido considerada una audacia en Florida de la exsecretaria de Estado estadounidense (2009-2013), al parecer, no representa mucho riesgo político, pues según el Pew cada vez son menos los floridanos que se registran como republicanos.
Ello debido especialmente al influjo de hispanos, que representaron el 72% del crecimiento en el número de demócratas registrados entre 2006 y 2014.
Durante este tiempo, los hispanos registrados republicanos aumentaron el 56%, mientras que aquellos que se identificaron como demócratas o sin afiliación partidista aumentaron el 80%.