El jefe político del movimiento islamista Hamás, Ismail Haniye, llamó hoy a los palestinos a comenzar mañana una tercera Intifada, tras el reconocimiento ayer del presidente estadounidense, Donald Trump, de Jerusalén como capital israelí. "Mañana viernes 8 de diciembre será un día de la ira y el comienzo de una nueva Intifada llamada 'la liberación de Jerusalén'", dijo el líder islamista en una rueda de prensa en Gaza capital.
HUELGA GENERAL EN PALESTINA
Los palestinos en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, realizan un amplio seguimiento de la huelga general convocada en rechazo a la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de reconocer Jerusalén como capital de Israel, mientras que el Ejército y Policía israelíes están en alerta. Las facciones islámicas y laicas palestinas en Gaza llamaron ayer a la huelga general y a manifestaciones a mediodía para protestar el anuncio del presidente Trump en el que reconocía a Jerusalén como la capital de Israel, según informaron en un comunicado conjunto.
El ministro de Educación palestino, Sabri Saidam, respondió a la llamada decretando hoy el cierre de los centros escolares, y pidió a maestros y estudiantes de instituto y universidades que participasen durante la jornada en las manifestaciones previstas en Cisjordania, Franja de Gaza y zonas palestinas en Jerusalén.
DECISIÓN "INCENDIARIA"
Trump dijo ayer en un discurso en Washington que había decidido reconocer Jerusalén como capital de Israel y trasladar la embajada de su país a aquella ciudad. Árabes y musulmanes de Israel, territorios palestinos y otros países de Oriente Medio calificaron la decisión de "incendiaria".
El presidente de Estados Unidos ha roto el consenso internacional sobre Jerusalén al reconocerla como capital de Israel y ordenar que se traslade allí la embajada estadounidense, postura que disparó la tensión en la región y comprometió el papel de Washington como mediador de paz.
En un discurso desde la Casa Blanca, Trump convirtió a Estados Unidos en el único país del mundo que reconoce como capital de Israel a Jerusalén, y trató de suavizar el golpe que eso supone para los palestinos al declarar, por primera vez, su apoyo a una solución de dos Estados. "He determinado que es hora de reconocer oficialmente a Jerusalén como capital de Israel. Otros presidentes prometieron hacerlo en su campaña electoral, pero nunca lo cumplieron. Hoy, yo lo cumplo", afirmó Trump.
PROVOCAR TENSIÓN
El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación de España, Alfonso María Dastis, tildó hoy de "contraproducente" porque añadirá tensión, la decisión unilateral de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel.
"Es un temor fundado, efectivamente. Nosotros pedimos contención a todo el mundo pero hay riesgo", dijo el diplomático a su llegada a La Antigua, donde participará el jueves en la reunión de cancilleres de Iberoamérica, como preparación para la XXVI Cumbre Iberoamericana de noviembre de 2018. Dastis reconoció la posibilidad de que en el área se registre un incremento de la tensión tras la decisión de Estados Unidos, por lo que dijo que España, como ha hecho de "manera coherente" durante todo este tiempo, seguirá dialogando con las dos partes porque la solución tiene que ser "pacífica".
"Nosotros creemos que la única (opción) sostenible a largo plazo es la de dos estados", enfatizó el ministro, y agregó que el estatus de Jerusalén tiene que ser objeto de negociación para que se produzca una convivencia pacífica, pero no con una decisión unilateral "contraproducente" que "no apoyamos".
Estados Unidos se convirtió en el único país del mundo que reconoce como capital de Israel a Jerusalén, donde ninguna nación tiene su embajada debido a que, tras la anexión israelí de la parte oriental de la urbe en 1980, la ONU llamó a la comunidad internacional a retirar sus legaciones de la Ciudad Santa.
Naciones Unidas, la Unión Europea, el Reino Unido y los principales países árabes, entre otros, rechazaron la decisión de Trump, que fue recibida con profundo agradecimiento en Israel y gran irritación en Palestina. Los palestinos reclaman la parte oriental de la urbe, Jerusalén Este, como capital de su futuro Estado independiente.
ARABIA SAUDÍ HABLA DE IRRESPOSABILIDAD
Arabia Saudí, principal aliado árabe de Estados Unidos, expresó hoy su "profundo pesar" por la decisión de Washington de reconocer Jerusalén como capital de Israel y trasladar su embajada a esa ciudad, un paso que calificó de "injustificado" e "irresponsable".
El anuncio, realizado ayer por el presidente estadounidense, Donald Trump, no altera los "inalienables derechos históricos" del pueblo palestino con respecto a Jerusalén, según un comunicado de la corte saudí. Sin embargo, la corte consideró que significa una "drástica regresión" en los esfuerzos para lograr una solución negociada y viola la histórica posición de neutralidad que EE.UU. ha mantenido en el conflicto entre palestinos e israelíes.
El Gobierno saudí recordó que alertó en los últimos días de las "graves consecuencias" que acarreará este paso y manifestó su esperanza de que el Ejecutivo de EE.UU. revoque esta medida y respalde la voluntad internacional de que el pueblo palestino pueda recuperar sus "derechos legítimos".
Finalmente, el reino saudí reafirmó la importancia de encontrar una solución justa y duradera a la causa palestina en conformidad con las resoluciones internacionales de la ONU y la Iniciativa de Paz Árabe, que contempla la solución de dos estados.
TRUMP PRETENDE SEGUIR CON SUS COMPROMISOS
El presidente insistió en que su decisión sobre Jerusalén "no pretende, de ninguna manera, reflejar una desviación del rotundo compromiso (de Estados Unidos) a facilitar un acuerdo duradero de paz", y dijo que hará "todo lo que esté" en su poder para contribuir a ello. También llamó a "la calma y la moderación" en Oriente Medio, donde su anuncio ha generado protestas y temores de violencia.
A nivel interno de Estados Unidos, sin embargo, la medida generó las alabanzas de líderes republicanos como el presidente de la Cámara Baja, Paul Ryan; e incluso el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, dijo a la revista conservadora The Weekly Standard que había recomendado a Trump que reconociera a Jerusalén.
Pese a ordenar el traslado de la embajada, Trump preveía firmar hoy un documento que explica al Congreso de Estados Unidos que, de momento, la legación continuará en Tel Aviv, un trámite que el presidente estadounidense debe hacer cada seis meses en base a una ley de 1995 y que seguirá cumpliendo hasta que se construya la nueva sede.