Francisco pide al Congreso de EEUU "no dar la espalda" a los inmigrantes

  • El Pontífice bendice a la multitud congregada ante el Capitolio en Washington
  • Es el primer papa que interviene ante el Congreso estadounidense,

El papa Francisco pidió al Congreso de Estados Unidos "no dar nunca la espalda a los vecinos", en alusión a los millones de inmigrantes cuyos derechos "no siempre fueron respetados".

"Les hablo como hijo de inmigrantes", recordó el pontífice, quien aludió a los extranjeros que en tiempos pasados, "bastantes convulsos y sangrientos", llegaron a lo que hoy es Estados Unidos, pero afirmó: "es difícil enjuiciar el pasado con los criterios del presente".

"Cuando el extranjero nos interpela, no podemos cometer los pecados y los errores del pasado. Debemos elegir la posibilidad de vivir ahora en el mundo más noble y justo posible", agregó.

Y eso se debe hacer, según el papa, "mientras formamos las nuevas generaciones, con una educación que no puede dar nunca la espalda a los 'vecinos', a todo lo que nos rodea".

"Construir una nación nos lleva a pensarnos siempre en relación con otros, saliendo de la lógica de enemigo para pasar a la lógica de la recíproca subsidiariedad, dando lo mejor de nosotros. Confío que lo haremos", dijo Francisco en su defensa de la acogida a los inmigrantes.

"Nosotros, pertenecientes a este continente, no nos asustamos de los extranjeros, porque muchos de nosotros hace tiempo fuimos extranjeros", recordó Jorge Mario Bergoglio al aludir al pasado común que comparte con muchos de los congresistas ante los que pronunció su discurso.

Además recordó que "nuestro mundo afronta una crisis de refugiados sin precedentes desde los tiempos de la II Guerra Mundial. Lo que representa grandes desafíos y decisiones difíciles de tomar".

"A lo que se suma, en este continente -dijo Bergoglio- las miles de personas que se ven obligadas a viajar hacia el norte en búsqueda de una vida mejor para sí y para sus seres queridos, en un anhelo de vida con mayores oportunidades".

PIDE ABOLIR LA PENA DE MUERTE

Por otra parte, el Papa ha instado al Congreso de Estados Unidos, reunido en sesión conjunta, a abolir la pena de muerte y a proteger la vida en todas las etapas de su desarrollo, al subrayar que toda persona está dotada de una "dignidad inalienable", con un discurso que ha sido aplaudido en más de 20 ocasiones.

"Esta certeza es la que me ha llevado, desde el principio de mi ministerio, a trabajar en diferentes niveles para solicitar la abolición mundial de la pena de muerte", ha resaltado.

Francisco, que se ha convertido en el en el primer pontífice de la historia en hablar ante el Congreso, ha alentado a los legisladores a promover leyes que respeten la sacralidad de la vida porque según ha dicho "es el mejor camino".

Así, ha reiterado que la sociedad sólo puede beneficiarse de la "rehabilitación de aquellos que han cometido algún delito". "Una pena justa y necesaria nunca debe excluir la dimensión de la esperanza y el objetivo de la rehabilitación", ha sentenciado en este sentido.